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El nepotismo y la credibilidad del tripartito

Echávarri traza una «línea roja» contra Belmonte y considera inasumible su continuidad

El nepotismo y la credibilidad del tripartito

Nerea Belmonte (Alicante, 4 de julio de 1987) vivió ayer la mañana más dura de su corta trayectoria en la vida pública como edil de Acción Social del grupo de Guanyar (Podemos). Primero tuvo que soportar la acusación de «nepotismo» y la exigencia de dimisión que le dirigió el alcalde, Gabriel Echávarri, en su reunión a puerta cerrada y, a continuación, en la conferencia de prensa, le preguntaron hasta por sus novios en relación con los contratos y servicios adjudicados a la empresa Techdata de dos de sus amigos y compañeros de partido.

Una semana después de que estallara el escándalo por la adjudicación de un total de 17.000 euros a la firma de su entorno personal y político, Belmonte compareció a las 10.30 en el despacho del alcalde para reunirse durante 45 minutos con Echávarri y los otros dos socios del tripartito, Miguel Ángel Pavón (Guanyar) y Natxo Bellido (Compromís).

No hubo contemplaciones por parte del primer edil, que acusó a la concejal de favorecer a dos personas de su círculo, adjudicatarios de los servicios de comunicación y organización de actos muy pocos días después de crear la empresa Techdata Comunicación Alicante.

Sólo seis días después de perdonar a la concejal de Juventud, Marisol Moreno (también de Guanyar) por decir que el PP celebraba sus renuniones en el burdel, Echávarri trazó una «línea roja» frente a Belmonte por considerar que su actitud en Acción Social es indefendible y resta credibilidad al gobierno de la ciudad, según explicaron fuentes municipales.

Con toda firmeza, el alcalde reclamó la dimisión de la edil como única salida a la enésima crisis que estalla en el tripartito y recalcó que, en un caso semejante, cualquier concejal de su grupo y él mismo ya habrían presentado la correspondiente renuncia.

A su juicio, en el caso de Belmonte no es aplicable la «doctrina Marisol Moreno», pese a que la concejal de Acción Social también pidió disculpas y la empresa adjudicataria decidiera rescindir el contrato con el Ayuntamiento. «Esta situación es más que un error y no es comparable a la salida de tono desafortunada de Marisol Moreno», declaró Echávarri durante su visita a Mercalicante posterior a la reunión a cuatro.

Echávarri le recordó a Belmonte que procede de una formación, Podemos, que siempre ha defendido que «los errores se pagan con dimisiones» y recalcó que reclama su renuncia «por ella, por su credibilidad personal, por su partido y por el Gobierno». El primer edil aseguró que ha perdido la confianza en la edil, a la que afeó no estar a la altura de los estándares de transparencia y regeneración de la vida pública que abandera Podemos desde su irrupción en la escena pública.

El argumento de la pérdida de crédito del tripartito fue recurrente por parte del alcalde, aunque desde Compromís y Guanyar subrayaron que el desgaste que sufre el gobierno local no sólo es responsabilidad de la edil de Acción Social, sino que hay una responsabilidad compartida por los tres socios. «Está en juego la credibilidad del gobierno de Alicante», enfantizó Echávarri, que resaltó que el PSOE está unido en la decisión de exigirle la renuncia al acta y emplazó a Guanyar y Compromís a pronunciarse al respecto.

En esta línea, los socialistas consideran que los frecuentes conflictos en el seno del tripartito están causando mucho desgaste y múltiples críticas en la opinión pública, por lo que ven necesario el sacrificio político de Belmonte, «dado que ya no basta con ser éticos, sino que también tenemos que parecerlo», explicaron.

En el grupo socialista de gobierno sentó especialmente mal la reacción de Belmonte el pasado viernes en su primera aparición pública tras el escándalo cuando replicó a las críticas del alcalde con un contraataque en forma de comunicado en el que le acusaba de opacidad en la contratación y de urdir una cortina de humo para no hablar del rescate de las contratas municipales y del «abierto total» para las grandes superficies.

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