El gobierno regional socialista de Castilla la Mancha impugnó ayer en el Tribunal Supremo los planes hidrológicos de las cuencas del Tajo, Segura, Júcar y Guadiana. El recurso también incluye la abolición de las normas de explotación del trasvase Tajo-Segura, que han permitido trasvasar 33 hm3 para poder regar los meses de marzo, abril y mayo, lo que ha permitido salvar la cosecha de hortalizas del próximo verano. De prosperar el recurso castellano-manchego, el trasvase agua a Alicante y Murcia se quedaría sin cobertura legal. Los regantes reclaman amparo al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y a los partidos políticos de la provincia de Alicante.

«Desde Alicante, los regantes nos sentimos acosados y maltratados por los dirigentes de Castilla-La Mancha. Solo intentamos hacer un trabajo que nos encomienda la sociedad. Producir alimentos y cuidar el medio natural. Esperamos que todos los partidos políticos de Alicante, nos defiendan y actúen en defensa de nuestra tierra, tomaremos nota de la aptitud de cada uno», apuntó ayer Ángel Urbina, presidente de la SAT San Enrique, miembro de la Junta de Gobierno del Sindicato de Regantes del Tajo-Segura y portavoz de la Junta Central de Usuarios del Júcar-Vinalopó.

El Ministerio de Agricultura aprobó a principios de mes el trasvase de 60 hm3 desde el complejo de Entrepeñas y Buendía a Alicante y Murcia a través del Tajo-Segura hasta finales de mayo. Un caudal que llegará a razón de 20 hm3 al mes, y supone un balón de oxígeno para el sector agrícola, que podrá salvar así la cosecha de hortalizas y frutales del próximo verano, cuya plantación peligraba por la sequía.

Las lluvias han dejado en la cabecera del río un total de 457 hm3 (aforo de ayer), lo que ha convencido al Ministerio para dar el máximo caudal permitido. De los sesenta hectómetros cúbicos, veinticuatro serán para el abastecimiento urbano y treinta y seis para el regadío. El trasvase llega en un momento en el que el sector agrícola de la provincia estaba al borde del colapso debido a la falta de agua. Desde noviembre de 2015 solo habían llegado dos hectómetros cúbicos y, de momento, la desaladora de Torrevieja (el Consell va a pedir que duplique la producción) solo produce 30 hm3 al año. Los pozos de sequía de Calasparra dan otros 25 hm3 y se negocia la compra de otros 15 hm3 a los regantes del Júcar. En total 80 hm3 a los que habrá que sumar otros 36 hm3 del trasvase del Tajo. En total 116 hm3, cuando el sector necesita 340 hm3 al año en condiciones normales.

En estos momentos, el complejo de embalses de Entrepeñas y Buendía almacena 121 hm3 por encima de la «línea roja» (336 hm3), a partir de la cual no se puede trasvasar caudales este año.

Agua y sostenibilidad

La Sede Universitaria Ciudad de Alicante organiza hoy una jornada sobre el agua. Participan los profesores Jorge Olcina, Antonio Rico y Carlos Baños, y habrá una mesa redonda para debatir sobre la situación actual de la distribución del agua en la provincia.