Alicante tendrá un nuevo mercado de las flores con más metros de superficie a costa de espacio de la plaza 25 de Mayo. El Ayuntamiento ha encargado el proyecto para ver cuánto cuesta esta obra, que obligará a trasladar los puestos al entorno del Mercado Central durante un par de meses para poder instalar los nuevos cerramientos, que vendrán a cumplir una vieja aspiración de los vendedores tras 20 años de quejas por la falta de espacio y de sombra.
Los nuevos puestos crecerán unos metros puesto que se está negociando ampliarlos hasta la raya que hoy les marca el espacio que pueden invadir cuando están abiertos y con las flores expuestas. Serán habitáculos con persiana que les permitirá dejar la mercancía en su interior evitándoles las obligadas seis horas de montaje y desmontaje, tres por la mañana y tres por la tarde, que soportan desde décadas. «Nos estamos dejando la vida y no podemos seguir así. Llevamos años con lluvia, viento, sol, sin calefacción ni aire acondicionado y pagando nuestros impuestos como un vendedor más del Mercado. Sin embargo, sus vigilantes no están pendientes de nuestras casetas y nos mandan a la Policía si no hemos recogido todo a las cinco de la tarde. Todo esto se soluciona con un cerramiento económico, sencillo y útil», explica David Carbonell, uno de los propietarios. Los vendedores de flores están cerrando el acuerdo con el Ayuntamiento y esperan que este verano se realicen las obras. Tras destacar que el tripartito es el primer gobierno municipal que escucha sus demandas, se muestran dispuestos a colaborar económicamente en la mejora, que creen embellecerá el entorno.
El proyecto contempla calefacción y aire acondicionado, y la retirada del escalón de 40 centímetros de madera que les colocaron hace años sobre el suelo de la calle «que se está pudriendo y destrozando las rodillas a los vendedores más mayores. Algunas empleadas han sufrido esguinces». Peor solución tiene el problema de sombra que padecen ya que la marquesina de madera «se hizo mal y nos da la sombra a la espalda». El calor que sufrían y que estropeaba las flores en verano les obligó hace ya varios años a recurrir a un juez para poder colocar unas lonas, pagándolas ellos, ya que el Ayuntamiento no les daba permiso. El juez les dio la razón.
El nuevo mercado de las flores se enmarca en un proyecto más amplio de reparación de la fachada del Mercado Central, que afectará especialmente a unos adornos que se están soltando. «Lo que se revoca afectará sobre todo a la decoración y a la balaustrada de la fachada, por motivos de seguridad», explica Domingo Martínez, presidente de la Asociación de Concesionarios de los Mercados Municipales. La intervención, que se realizará también en verano, no satisface del todo a los placeros, que reclaman una obra más amplia dado que también hay problemas en la cubierta, lo que obligó a colocar redes hace unos meses.
Tampoco se abordará por ahora la demanda de los vendedores de que se instale una salida de humos para que se puedan ubicar en el recinto negocios de restauración. Creen que hay soluciones para compatibilizar este uso con la protección del edificio, de 1921, como se ha hecho en otros mercados. Además, se acometerá en los aseos una actuación para evitar el vandalismo. La idea es instalar un torno para que entren los clientes con ticket pero «primero se reformarán los servicios y después se concretará el control de acceso».
