La Asociación de Jóvenes de Agricultores (Asaja) de Alicante ha calificado de "lacra" la "oleada de robos que de manera continuada" se registra en los campos de la provincia y ha denunciado que la seguridad en la actual campaña agrícola está siendo, a su juicio, "muy baja".

Esta organización estima que prácticamente todos los propietarios de tierras rústicas de Alicante han sufrido, al menos, un robo por temporada y más del 80 % se ha visto afectado por dos o más sustracciones anuales.

Según fuentes de Asaja de Alicante, "se calcula que las pérdidas provocadas por hurtos agrícolas se mueven entre los 6,5 o 7 millones de euros, ascendiendo a más de 18 millones de euros si se contabilizan los daños y robos de materiales".

Entre los productos agrícolas que más se sustraen desde que empezara 2016 destacan los limones, la alcachofa y las patatas, que "ahora se están vendiendo a buen precio en el mercado, según ha manifestado el presidente de Asaja de Alicante, Eladio Aniorte.

"Percibimos en los ladrones una anarquía total y no encontramos la manera de ponerles freno", señala la asociación en un comunicado

Aniorte ha precisado que es cierto que la Guardia Civil y el equipo ROCA atienden las llamadas de los agricultores y les visitan cuando denuncian un robo. Sin embargo, señala que "la vigilancia por parte de patrullas sigue siendo insuficiente para atajar este problema de raíz y los recursos humanos y técnicos no cubren las necesidades actuales".

"Las penalizaciones por parte de la justicia son tan pequeñas que existe entre los delincuentes un absoluto desmadre y, entre los productores, una desmoralización absoluta", según Aniorte.

Asaja sostiene que, en la Vega Baja, "no hay finca de limones que no haya sufrido dos o más robos en las últimas semanas". "La gente llega con furgones y en media hora cargan 30 o 40 cajas, sustrayendo 1.500, 2.000 o 3.000 kilos de limones en una semana", ha asegurado Aniorte.

Gran parte de esos productos va a parar "a los mercadillos de fin de semana, donde deberían de empezar a incrementarse las inspecciones", ha señalado.

A parte de los cultivos, los hurtos de maquinaria y los destrozos también suponen "grandes pérdidas económicas", cuyo montante se calcula entre "10 o 15 millones de euros anuales", expone Aniorte, quien ha indicado que los ladrones "se llevan todo lo que pueden y destrozan las fincas".

"Los agricultores están indignados y hasta tal punto ha llegado la situación que ya muchos optan por no implantar el riego localizado, porque son conscientes de que les usurparán los motores de impulsión, aspersores, tuberías y cobre de instalaciones", ha reseñado.

Por ello, Asaja de Alicante ha exigido más medios, más patrullas policiales en campo y el incremento de controles y respuestas jurídicas y penales, al tiempo que ha instado a las administraciones a que, si es necesario, estudien modificar el Código Penal para endurecer las penas.

"En muchas ocasiones se anuncian a bombo y platillo planes de seguridad para el campo, pero, desgraciadamente, luego estos operativos no se ven reflejados y los robos siguen efectuándose", según esta organización agrícola.