«Excelente compañera, 10 años, operada de las caderas con mal resultado, en breve tendrá su silla de ruedas. Muy cariñosa y juguetona, si quieres optar a su adopción, escribe a: perrospoliciajubilados@ gmail.com». Este es el llamamiento que ha lanzado a través de su página en facebook la responsable de la red de adopción Perros Policías Jubilados, Isabel Monteagudo, para buscar un hogar a Laki, una preciosa perra que, tras trabajar en el ejército toda su vida, ya no puede hacerlo al haber sido operada dos veces de las caderas con malos resultados.

Laki, una pastor alemán negra que devuelve con lametazos las caricias y los abrazos pese a que nos acaba de conocer, parece totalmente sana y normal hasta que intenta correr para coger la pelota que le lanzan Isabel y Ana, su cuidadora provisional que, a falta de encontrar un hogar definitivo, la tiene en su casa en El Moralet. Laki tiene muchas dificultades para correr ya que le fallan las patas traseras y para desplazarse va arrastrando la parte inferior de su cuerpo. «Le están fabricando una silla de ruedas a medida para que no tenga que arrastrarse porque tiene muchas ganas de correr y jugar y con la silla va a ganar mucha calidad de vida», señala Isabel para añadir que «la está fabricando Jaime un chico que hace sillas de ruedas para animales de forma altruista y que ha constituido la asociación Ángeles Caídos Sobre Ruedas para ayudar a animales como Laki». Quien la adopte, tal como indica Monteagudo, «se llevará por supuesto la silla y las medicinas y juguetes que nos han dado para ella tras el llamamiento que hemos hecho por internet».

Por el momento, Laki vive en la casa de Ana que ha adoptado a Bonda, otra perra del ejército y que además ya tenía otro can. Con dos perros ya en la casa, Ana asegura que no puede adoptar a Laki pero aconseja a cualquiera a quedársela. «Es muy buena, muy noble y tiene mucha vida y muchas ganas de vivir. Yo tengo un niño de 3 años y con él está genial. Con la silla de ruedas va a ir muy bien. Es muy cariñosa y tiene muchas ganas de formar parte de una familia, además se nota que está adiestrada y es muy lista. De inmediato se ha adaptado a las costumbres de la familia». En este sentido, Isabel añade que «si no hubiera sido por la displasia en la cadera y las dos operaciones que no la han dejado bien, aún no la habrían jubilado del ejército» donde se dedicaba a labores de seguridad. ¿Pegas? Sólo una, responden ambas mujeres, no le gustan los gatos.

Mientras hablamos, Laki juega con su pelota y observa con sus despiertos ojos marrones. «¿Has visto qué bonita es?», dice Isabel, agente de la Policía Nacional responsable de la red dedicada a encontrar nuevos hogares a los perros policía o del ejército cuando la edad les impide seguir ayudando a detectar explosivos o alijos de droga, a encontrar personas desaparecidas o a rescatar heridos. «Yo pediría a los guías de estos animales que los jubilen con unos 8 años para que tengan una oportunidad de vivir tranquilos y ser adoptados. Estos perros disfrutan mucho cuando pasan a formar parte de una familia».