El alcalde de Alicante, el socialista Gabriel Echávarri, se reunió ayer en Valencia con su homólogo en la capital del Túria, Joan Ribó (Compromís) para recabar su apoyo en contra de la intención del Consell de implantar un modelo uniforme de libertad horaria en toda la Comunidad que pasaría por permitir abrir a todo el comercio en festivos, pero sólo en Semana Santa, verano y Navidad. Ambos regidores coinciden al pedir que se «respeten» las particularidades de cada ciudad.

Coinciden, igualmente, en que las circunstancias de Alicante y Valencia son «distintas». También lo son los caminos que han tomado estas dos ciudades, tanto en el fondo como en la forma. Valencia ha recabado el consenso dentro del Consejo Local de Comercio para reducir de cinco a dos las zonas con libertad horaria bajo criterios de afluencia turística. En Alicante el PSOE propone que todas las grandes superficies de la ciudad puedan abrir todos los festivos del año. Una medida que no cuenta con el apoyo de los socios de gobierno ni del pequeño comercio. Valencia y Alicante sí coinciden al pactar que los empleados trabajen un máximo de festivos al año (13 en Alicante). Ante el plan propuesto por el Consell por áreas dirigidas por Compromís Echávarri considera que «las tablas rasas no son buenas, sobre todo si no se escucha a la gente».