La calle Heliodoro Guillén, muy próxima a la Basílica de Santa María y al Museo de Arte Contemporáneo de Alicante (MACA), fue víctima la madrugada del pasado sábado de los vándalos, que dejaron su impronta de la peor manera posible, y más en una zona muy visitada por los turistas. El peculiar callejón amaneció con las pintorescas macetas que lo decoran completamente rotas tras el paso nocturno de unos incívicos.

Todavía por la mañana, era visible la acción de estos vándalos, con la macetas y las jardineras partidas en mil pedazos y tiradas por el suelo, incluso con las raíces de las plantas al aire. Además, también había resto de varias botellas.

Residentes en esa zona baja del Casto Antiguo relataron ayer que unos jóvenes -entre tres y cuatro personas- aparecieron por la citada calle a primera hora de la madrugada del sábado -en torno a la 1.00- y, tras su paso, la calle quedó destrozada, como se aprecia en las imágenes. Los vecinos aseguraron que los vándalos transitaron por la zona gritando, sin ningún tipo de miramientos, y rompiendo todo lo que se encontraron a su paso. Las macetas que rompieron estaban situadas a ambos lados del peculiar callejón, que desemboca a escasos metros de la plaza de Santa María. Los vecinos de la zona acumulan quejas por las sucesión de actos vandálicos, la mayoría ocasionados por las noches de los fines de semana.