El Ministerio de Hacienda ha levantado el veto al presupuesto del Ayuntamiento de Alicante eliminando la exigencia de recortar un 2% de los gastos corrientes y de personal. Un desahogo para el tripartito, que podrá sacar adelante sus primeras cuentas municipales sin tener que dar un «tijeretazo» que alcanzaba los cuatro millones de euros. Un ajuste que disparó las tensiones en el equipo de gobierno local ante la propuesta inicial del PSOE de no abonar la paga extra de 2012 que se adeuda a los funcionarios para poder cumplir con el recorte.
La paga a los trabajadores podrá abonarse y no hará falta meter la tijera en los gastos municipales. El ministerio, del PP en funciones, acepta así las alegaciones del equipo de gobierno alicantino (PSOE, Guanyar y Compromís) y relaja considerablemente sus condiciones en un segundo informe «favorable» a las cuentas municipales de 2016, que ascienden a 249 millones de euros. El visto bueno del ministerio es indispensable para poder aprobar las cuentas, dada la situación de intervención del Ayuntamiento.
El informe suaviza sus exigencias, eliminando la obligación de recortar el presupuesto y de depurar los recibos incobrables en un pleno. Únicamente mantiene como condiciones que el presupuesto del Patronato de la Vivienda pueda absorber las facturas que quedan en el cajón -el Ayuntamiento admitió que existe un pago pendiente de 200.000 euros- y que en el presupuesto se incluya la previsión de ingresos y gastos de Mercalicante.
El ministerio también reclama en su informe que el interventor justifique que no se han adoptado medidas que reduzcan los ingresos y que el Ayuntamiento le dé cuenta de que ha pedido un informe a la Dirección General de Función Pública sobre el incremento salarial en Bomberos. No obstante, Hacienda matiza que el Ayuntamiento ya le ha enviado esa documentación, que insta a incorporar al expediente.
Se trata, por tanto, de condicionantes de menor calado que las del informe inicial, lo que permitiría al Ayuntamiento sacar adelante sus presupuestos en pleno de manera prácticamente inmediata y desbloquear la ejecución de inversiones o del pago de la ayuda para los libros de texto.
El ministerio retira la obligación de recortar un 2% el presupuesto al dejar de comparar los gastos de 2016 con los del año 2013 y fijarse en la senda seguida desde el año 2011, previo al rescate del Ayuntamiento de Alicante. El ministerio valora que mientras los gastos corrientes y de personal en 2011 ascendían a 201,7 millones de euros, en 2016 la previsión es de que sumen 184,8 millones. Es decir, que se han reducido en casi 17 millones de euros en los últimos cinco años.
Hacienda destaca que los gastos de funcionamiento previstos para 2016 suponen el 92% de los que se presupuestaban en 2016. Valora, igualmente, la supresión de tres organismos autónomos durante el año 2012. Con base en ello, levanta la obligación de reducir un 2% las cuentas. Una medida que exigió inicialmente y que desde el equipo de gobierno calificaron como un «castigo a los alicantinos» por las consecuencias que conllevaría recortar cuatro millones de euros del presupuesto para el «bienestar».
