La brecha se ahonda en el tripartito, pero la sangre no llegará al río. Al menos, de momento. No hay tregua en la espiral de tensión que vive del grupo municipal de gobierno, personalizada entre el alcalde Gabriel Echávarri y el vicealcalde y concejal de Urbanismo Miguel Ángel Pavón. En otra jornada de nervios y sobresalto, los recelos mutuos entre el primer edil y el líder de Guanyar se dispararon ayer por partida doble y en ambas direcciones: el exabrupto de la concejal Marisol Moreno -que acusó al PP de celebrar juntas municipales de gobierno en un club de alterne- enervó a los socialistas, mientras que la decisión «unilateral» de Echávarri de autorizar la apertura de todas las grandes superficies todos los festivos del año desconcertó a la coalición de izquierdas y al tercer socio del gobierno, Compromís.

Cuatro días después de la bronca por la comisión técnica sobre el personal municipal, la sombra de la ruptura volvió a planear sobre el tripartito, que parece acostumbrarse a gobernar sobre el alambre de la inestabilidad. Mientras Guanyar y Compromís intentaban asimilar el anuncio del alcalde de las aperturas comerciales en festivos -que contraviene el pacto de gobierno y el programa electoral de Guanyar-, los tres socialistas presentes en la Comisión de Presidencia -Gloria Vara, Sofía Morales y Fernando Marcos- asistían atónitos en vivo a la astracanada contra el PP de la concejal del grupo de Pavón, Marisol Moreno, que a finales de enero ya fue condenada por la Audiencia Nacional por injurias al Rey.

«Llueve sobre mojado» con la edil de Juventud y Protección Animal, señalaron fuentes socialistas, que coincidieron en la misma expresión con el portavoz popular Luis Barcala y exigen a Guanyar «que llame al orden» a Moreno y ponga coto a su «incontinencia» porque sus «continuas salidas de tono dañan la imagen de Alicante a escala nacional».

El propio alcalde Echávarri se apresuró a condenar la «desafortunada expresión» de Marisol «la Roja» y expresó su solidaridad con los populares. Ya por la tarde, con los ánimos más calmados, llamó a la edil de Guanyar para reconvenirla, pero sin ir más allá. «No estamos para romper nada», dijeron fuentes socialistas sobre la salud y el futuro del tripartito, «pero tampoco podemos tolerar barbaridades como ésta, ni faltas de respeto, ni salidas de tono cada semana».

En un intento por poner a salvo el acuerdo de gobierno, Echávarri se esforzó por desligar las palabras de Moreno del conjunto de los concejales de Guanyar y bromeó sobre el futuro del pacto: «¿Esto lo pone en riesgo también? Todo lo pone en riesgo, parece ser». El alcalde indicó que la actitud de la edil de Juventud «no califica a un grupo político, a Guanyar en su conjunto. Esto es una concejal que, desconozco los motivos, tiene esa salida de tono. Hablaré con ella cuando esté más tranquila».

En el otro lado del tripartito, Guanyar considera que lo que de verdad hace daño al tripartito son decisiones «unilaterales» como las de Echávarri con las aperturas comerciales todos los festivos del año, que están en contra del pacto de gobierno y del propio programa electoral de la coalición de EU y Podemos. El grupo de Pavón vuelve a sentirse excluido de las grandes decisiones y lamenta el oscurantismo y la falta de información con la que se ha gestionado el asunto.

También Compromís expresó su desacuerdo con las negociaciones del primer edil por considerar que pueden dañar al pequeño comercio y que se han tramitado «con falta de diálogo y comunicación interna». Con todo, la postura del grupo que lidera el portavoz Natxo Bellido siempre es menos beligerante que la de Pavón. La alianza entre PSPV y Compromís, consagrada en el Pacto del Botánico para la Generalitat y en un centenar más de ayuntamientos en la Comunidad, es un acuerdo de amplio espectro mucho más resistente a las fisuras de las discrepancias en el día a día de la gestión municipal.

Y en cuanto a la nueva salida de tono de Marisol Moreno, Guanyar vuelve a ser condescendiente con su edil y considera que sus gruesas palabras en la Comisión de Presidencia fueron más «un intento de satirizar la hipocresía de la ordenanza reguladora de la prostitución y la mendicidad que una ofensa o falta de respeto a personas en concreto». Fuentes de la coalición mantienen que, aunque políticamente pueda ser «desacertada» por el marco institucional en que se produjo, la intervención de la edil fue «en sentido figurado», producto del impulso muchas veces incontenible de esta mujer aficionada a los monólogos y al humor sarcástico.

Al PSOE no le hacen ninguna gracia las «ocurrencias» de Moreno y ha convocado ejecutiva local este lunes para analizar la situación. Compromís también ha citado el lunes a su dirección, pero para estudiar las aperturas comerciales, con las que no están de acuerdo. A su vez, la mesa de coordinación de Guanyar también se reunirá a comienzos de semana para estudiar lo que considera «deslealtad» de Echávarri con el pacto de gobierno por el «ataque» al pequeño comercio.