Blindaje para el faro de Tabarca. El consejo de administración de la Autoridad Portuaria de Alicante decidió ayer desestimar las dos solicitudes que se habían recibido en el puerto para reconvertir los faros de la isla de Tabarca y el cabo de San Antonio, en Xàbia, en sendos establecimientos hosteleros, el último incluso como hotel. De esta forma se pone punto y final a una polémica que arrancó bajo la presidencia de José Joaquín Ripoll, por el rechazo que suscitó la iniciativa entre las organizaciones conservacionistas y ya en la presente legislatura del Ayuntamiento de Alicante.

La decisión se produce, por otro lado, a una semana de la voz de alarma lanzada por el Consell por la situaciones de masificación que se vivieron en la isla, que alberga una reserva natural, el pasado verano con jornadas en las que desembarcaron hasta 9.000 visitantes en un sólo día. El presidente del Puerto, Juan Antonio Gisbert, recibirá a los solicitantes para explicarles la decisión.

La Conselleria de Vertebración del Territorio ha pedido al Ayuntamiento de Alicante que tome medidas para limitar el número de turistas que visitan la isla de Tabarca, en especial durante los meses de verano. El Consell alerta de la gran cantidad de amarres que se producen en la época de mayor afluencia turística y del daño que éstos pueden provocar en el valioso ecosistema marino de la isla.

Nueva oficina

Por otro lado, el consejo de administración dio vía libre a los técnicos para autorizar al Ayuntamiento de Alicante a que instale sobre la plaza del Puerto, encima del aparcamiento subterráneo, una oficina de turismo municipal que cerró en la Explanada. Durante la reunión de los consejeros también se aprobó la licitación de un concurso público para reforma y posterior explotación del antiguo edificio de Sanidad en el puerto. Se aprobó también la renovación de la licencias provisionales de actividad otorgadas a las empresas estibadoras que operan en el puerto. Al consejo se incorporó ayer el nuevo capitán marítimo, Cayetano Pérez, que sustituye a Antonio Alcázar.

La recuperación económica ha hecho posible que el puerto recupere en los dos últimos años los niveles de exportación anteriores a la crisis provocada por la explosión del «ladrillo» y que se hundieron a partir de 2010. Los muelles han vuelto a superar el millón de toneladas, algo no se recordaba desde 2009 y lejos todavía de los mejores años como los casi 1,6 millones de toneladas que se movieron en 2001, según refleja un informe de la Asociación de Trabajadores de la Autoridad Portuaria. El colectivo ultima los preparativos de su barbacoa anual a la que se ha invitado al presidente Juan Antonio Gisbert.