Un nicho de mercado turístico muy importante pero hasta ahora fuera del calendario promocional de la Costa Blanca. La provincia de Alicante se ha convertido en los últimos cinco años en uno de los destinos estrella de España, tras Granada y Salamanca, para el aprendizaje del castellano, un idioma que hablan miles de millones de personas en el mundo, y que hasta la Costa Blanca atrae a miles de estudiantes al año, que generan un movimiento económico de decenas de millones y mantienen cientos de empleos.
Pese a lo mareante de las cifras, apenas existen estudios concretos sobre el tema. Uno de ellos, en forma de tesis doctoral, lo acaba de leer la economista alicantina Pilar Barra, dirigida por los doctores Bartolomé Marco y Rosario Navalón, y calificada con el sobresaliente «cum laude» por un trabajo que, entre otros datos, revela que sólo en la ciudad de Alicante el impacto económico del turismo idiomático es tal que la Universidad y las academias especializadas atienden todos los años a 5.000 alumnos de 33 nacionalidades diferentes, lo que genera un movimiento de 21 millones de euros y el mantenimiento de 450 millones de euros directos.
El objetivo de la tesis de Pilar Barra es realizar un análisis académico riguroso sobre un producto turístico, el idiomático, poco estudiado hasta el momento a pesar de su notable evolución en los últimos años. En el caso de Alicante, «los datos avalan la importancia de esta tipología turística, por lo que merece la consideración por parte de las instituciones como complemento a otros productos turísticos en los que se posiciona la ciudad actualmente», apunta la economista, que apela a que la Administración tome constancia de esta realidad a la hora de la promoción.
Barra ha sido profesora asociada en la Facultad de Económicas de la Universidad de Alicante y durante 15 años desarrolló tareas de dirección en lo cursos de español para extranjeros en el campus, de los que hoy está desvinculada.
El atractivo de Alicante para los estudiantes extranjeros ávidos de aprender español ha provocado que en los últimos años hayan abierto varias academias especializadas como la que dirige desde 2011, Víctor de las Cuevas. «Salvo en el periodo de Navidad, que cerramos por vacaciones, el goteo de estudiantes es contínuo durante todo el año. Italianos, polacos y alemanes son mayoritarios, pero también trabajamos con alumnos rusos, coreanos, chinos y de Estados Unidos», subraya el director de la escuela Juan Sebastián Elcano. «Ayudan bastante la infraestructura de la Universidad y otros factores importantes son el precio, el clima, las conexiones aéreas, y que el acento de los alicantinos no es tan cerrado como el de otras provincias españolas», apunta De las Cuevas.
Los estudiantes que pasan por las aulas buscan perfeccionar el idioma por motivos laborales o de estudios -muchos estudiantes Erasmus-, pero «también y es sorprendente que muchos turistas que vienen a pasar las vacaciones se apuntan a las clases», explica el director de la Juan Sebastián Elcano.
Otro perfil del estudiante de castellano en Alicante lo ofrecen universitarios británicos que pasan un curso en Alicante como profesores de apoyo a las clases de inglés en colegios y, a la vez, perfeccionan el español durante su estancia en la provincia.
