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La UA ayuda a más de 300 alumnos sin recursos para que puedan comer

El Centro de Apoyo al Estudiante destina cada año 45.000 euros para emergencias sociales

La UA ayuda a más de 300 alumnos sin recursos para que puedan comer

Una media de 300 alumnos de la Universidad de Alicante logra sobrevivir y seguir con los estudios gracias a las ayudas de emergencia implantadas por el Centro de Apoyo al Estudiante. La crítica situación que arrastran numerosas familias desde los peores años de la crisis económica no ha rebajado este tipo de necesidades, pese a que los parámetros macroeconómicos arrojen ya ligeros repuntes.

El mayor número de alumnado universitario con serias dificultades lo atendió el campus alicantino en el último curso, hasta 320 estudiantes, y en el actual ya superan los 207 atendidos a falta del repunte que se produce precisamente a partir de este mes de febrero. Es ahora cuando las familias empiezan a recibir la comunicación sobre la beca solicitada para el año en curso. «A algunos de cuantos se la deniegan no pueden hacerse cargo de la matrícula y si se les ha acabado la ayuda del curso anterior no pueden salir adelante», apuntan desde el equipo técnico de este servicio.

El sistema ordinario de becas aplica criterios temporales del año anterior, por lo que estas ayudas extra de parte de la UA contribuyen a evitar que determinados alumnos abandonen los estudios.

El Centro del Estudiante destina la mitad de todo su presupuesto para cubrir estas necesidades de urgencia, 45.000 euros cada año; y el vicerrectorado de Estudiantes aporta otros 25.000 euros para paliar las situaciones más críticas también, aproximadamente un 10% del total de los 258.000 euros que presupuesta la UA para las becas complementarias y estrictamente académicas que cubren las que no conceden ni el Ministerio ni la Generalitat.

Servicios básicos

Además de la ayuda económica que reciben estos alumnos, la asistencia lleva a aparejada otro tipo de servicios gracias a la colaboración de diversas entidades privadas, como plazas residenciales gratuitas o de bajo coste en la Residencia Europa Houses, Resa Housing o la Villa Universitaria; libros básicos de estudio gracias a la Librería Compás; o menús de mediodía en diversos bares del campus como las cafeterías de la Politécnica o de Ciencias, y los clubes sociales 1 y 3.

Tal y como subrayan las técnicos del CAE , Patricia Soler y Esther Gallego, se trata de «servicios básicos para la vida del estudiante como el comedor, el alojamiento, el transporte o la adquisición de material escolar», incluidas las fotocopias e impresiones y los libros básicos de estudio.

Enfermedades sobrevenidas, fallecimiento de algún familiar del que dependían económicamente, agravamiento de las condiciones económicas por el retraso en el cobro de una beca, la desmembración familiar y sus consecuencias negativas económicas, así como cualquier otra situación de importancia surgida tras el periodo hábil de la solicitud de la correspondiente beca, constituyen la mayoría de los casos atendidos por el CAE desde que empezó el curso 2001-2002. De los 98 alumnos atendidos en 2007 se ha pasado ya a una media de 300.

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