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La Burrita dará el primer paso recién restaurada

La imagen de Jesús Triunfante abrirá la Semana Santa tras la mejora a la que ha sido sometida

La Burrita dará el primer paso recién restaurada

Los 8.600 cofrades que están detrás de la Semana Santa de Alicante ultiman los preparativos de la celebración de 2016, que comenzará el 20 de marzo, Domingo de Ramos, con la salida de seis procesiones. Abrirá los actos, como es tradición, Jesús entrando triunfante en Jerusalén a lomos de la burrita acompañado por las familias alicantinas portando palmas y que este año resaltará aún más puesto que el grupo acaba de ser restaurado por dos expertas en conservación del patrimonio, María Miquel y Susana Serra, en una intervención costeada por la Diputación, propietaria del paso.

La institución provincial compró el trono, que sale con ruedas, en 1942 para los niños del Hogar Provincial, donde ya espera su salida tras ser puesto en valor, explica el hermano mayor Francisco Cortés. «La hermandad nunca ha tenido cofrades como tal porque la acompaña todo el pueblo de Alicante. Es el espíritu con que nació y sigue». De hecho, sus cofrades no lucen túnica propia. Debido al paso del tiempo, la humedad y los vaivenes durante las procesiones, la madera policromada de la burrita se estaba deteriorando, sobre todo en zonas donde ya se había realizado alguna intervención de mejora con anterioridad (1996 y 2003). Así reza en el estudio que las restauradoras remitieron al hermano mayor, en el que destacaban la especial sensibilidad a las temperaturas de la pata izquierda de la figura al ser un ensamblaje de maderas. Además, alertaban de fisuras y grietas.

La intervención, también en el Cristo, ha consistido en el saneamiento de los estucos dañados, el refuerzo de la estructura interna de la madera, un tratamiento contra la carcoma y reintegración de los colores que se habían perdido.

La mañana del Domingo de Ramos se completará con dos procesiones más, ambas con sede en la basílica de Santa María y que salen una detrás de la otra. Se trata de las hermandades de Jesús en Samaria y de la Verónica.

Los cofrades de la primera de ellas desfilan con vesta y capirote de lino blanco y capa morada. Sacan el paso de la Samaritana, cofradía que debe ser tan antigua que se desconoce su fecha de creación aunque hasta 1931 figuró en cabeza de la procesión del Santo Entierro del Viernes Santo. Estaba integrada por personas modestas, que con una derrama hacían posible el montaje y traslado del paso a la iglesia de Santa María.

La talla de Jesús en Samaria es anónima y sólo se sabe que es del XVIII. Fue la única que se salvó, del patrimonio de la hermandad, de la quema del convento del Carmen en 1931, lo que les obligó a adquirir en 1954 una nueva Samaritana.

Lo mismo ocurrió con la Oración en el Huerto, segundo paso de esta procesión. Es un grupo de cinco imágenes comprado en Sevilla en los años 50. Cierra el desfile la Virgen de la Paz, que data de 1861 y fue donada a la hermandad en 2007 por una familia alicantina.

En la procesión hermana del Cristo de las Penas y la Santa Mujer Verónica los cofrades van de blanco por completo. Ambos grupos son del sevillano Castillo Lastrucci, tallados en los años 50. Destaca el manto que luce la Verónica, con todos los escudos de los pueblos de la provincia y tejido en los talleres de Tomás Valcárcel, figura de las Hogueras. Cada año la Bellea y sus damas la acompañan.

El hermano mayor, Alfredo Llopis, destaca que el dinero que destinaban a patrimonio se deriva a obra social para ayudar a familias desfavorecidas. A la vez alabó la participación de alumnos y exalumnos del colegio Inmaculada Jesuitas como costaleros, cofrades y damas de mantilla de Jesús en Samaria y la Virgen de la Paz, «porque nuestra hermandad madre, el Cristo del Mar, fue fundada por el jesuita Padre Esplá en 1917».

Por la tarde

El Domingo de Ramos hay tres procesiones más. La primera que sale es la Flagelación, desde la parroquia de San Blas, en dirección a la Concatedral de San Nicolás. Es una de las más largas de la Semana Santa. «Además, hacemos un encuentro muy bonito con la Madre de la Misericordia y el Cristo de la Santa Cena», explica su hermano mayor, Joaquín Abegón.

Este año el paso principal, llamado Jesús Flagelado, estrena el sayón romano que azota a Cristo, obra, como éste, que data de 2013, del imaginero sevillano Martín Nieto. Se trata de un paso de misterio que tendrá cinco imágenes «y que va a gustar mucho en Alicante». Estos nazarenos llevan vesta y capirote verde, y capa marfil.

La Concatedral de San Nicolás abrirá sus puertas por primera vez en la Semana Santa, pero no última, para acoger el arranque de la procesión de San Pedro Apóstol, cofradía fundada por el gremio de marineros cuyos orígenes se remontan al siglo XVII. Desaparecida a finales del XIX, fue refundada en 1997 por hermanos cofrades de la Soledad de Santa María. Balbina Oncina, hermana mayor, afirma que «es un gran honor que ambas sean las únicas imágenes de la Semana Santa de la Comunidad Valenciana que ostentan el título de académicas de la Real Academia de la Cultura Valenciana».

San Pedro estrenará llamador de paso, y se ha arreglado su manto en consonancia con el fajín de almirante de la Armada que luce. También porta el bastón de mando de la Academia General del Aire.

La cofradía del Cristo del Hallazgo y Virgen Dolorosa cerrará el Domingo de Ramos, con la salida de sus dos tronos desde el convento de las Reverendas Madres Capuchinas, uno de los momentos de la procesión que recomienda ver su hermana mayor, Águeda Ferrández. «La imagen del Cristo del Hallazgo, que apareció en 1700 en tierras gallegas es impresionante, y la Virgen Dolorosa es de 1800. Son unas imágenes muy bonitas y nuestra procesión es la más sencilla de Alicante». La Dolorosa la mandó construir José Guijarro, impulsor del panteón de los Guijarro de Villafranqueza, donde la hermandad tiene su sede.

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