La docena de registros de viviendas y naves industriales de los siete detenidos en Alicante, Valencia y Ceuta como presuntos integrantes de una red yihadista han permitido a los investigadores descubrir abundante ropa militar que la célula tenía previsto enviar a los terroristas que combaten en Siria e Irak en las filas de las organizaciones Jabhat Al Nusra y Daesh (Estado Islámico).
Los agentes de la Comisaría General de Información y de la Brigada Provincial de Información de Alicante se incautaron asimismo de un revólver y varias escopetas de caza, así como dinero y gran cantidad de documentación.
Los investigadores analizarán ahora la documentación intervenida para probar las sospechas que tenían desde que iniciaron sus pesquisas en 2014: la financiación de las organizaciones terroristas que operan en Siria e Irak.
Los agentes no han localizado explosivos ni otras armas o munición en la inspección de las naves y viviendas registrada el pasado domingo en Crevillent, Muro, Alicante, Alcoy, l'Alqueria d'Asnar, Ontinyent y Ceuta.
Audiencia Nacional
Los siete presuntos yihadistas detenidos por suministrar dinero, armas de fuego, equipos electrónicos y material para la fabricación de explosivos a las organizaciones terroristas DAESH y Al Nusra pasarán hoy a disposición judicial del magistrado de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, según fuentes jurídicas.
Los acusados introducían estos materiales en contenedores cerrados que eran enviados desde puertos españoles a Siria e Irak en cargamentos que simulaban llevar material humanitario a las zonas de conflicto.
Según el Ministerio del Interior, el grupo, que se caracterizaba por su «perfecta organización» y la distribución de sus cometidos, estaba liderado por un dirigente que mantenía «constantes relaciones con un integrante de Daesh», que, en alguna ocasión, le solicitó que captase a mujeres para casarlas con miembros de la organización terrorista en Siria.
El jefe de la red, que centralizaba toda la actividad a través de un complejo entramado empresarial que le permitía realizar envíos de materiales en contenedores cerrados, ejercía un «liderazgo permanente basado en la confianza, en intereses compartidos y en un ideario radical afín».
La Policía Nacional investigaba desde 2014 el aparato logístico de los terroristas, que había actuado anteriormente en «varios países de Europa» hasta asentarse de forma definitiva en España para realizar los abastecimientos de material militar y las actividades de financiación y blanqueo de dinero.
La presión militar que se está ejerciendo en la zona de conflicto sobre las organizaciones terroristas ha obligado a estos grupos a incrementar sus necesidades de abastecimiento, tanto de combatientes como de suministros tecnológicos, armamento y equipamiento militar, según informa el Ministerio del Interior.
Los detenidos en la operación policial del pasado domingo eran cinco españoles de origen sirio, jordano y marroquí, y dos residentes en España de origen sirio y marroquí.
