La guerra abierta entre los socios del gobierno municipal -PSOE y Compromís-, a cuenta del estado de los colegios, sigue su curso. Si el viernes los que azuzaban eran los militantes de Compromís, cuya ejecutiva reclamaba del Ayuntamiento una «planificación de actuaciones dentro de sus competencias para mejorar las instalaciones e imagen de los colegios», en un claro tirón de orejas hacia la edil de Mantenimiento, la socialista Gloria Vara, ayer lunes fue la ejecutiva socialista la que alimentó el fuego.
Los militantes socialistas reprochan a Compromís que Marzà, máximo responsable educativo en el Consell y miembro a su vez de la coalición de Compromís, haya dejado en el olvido hasta seis colegios -Gastón Castelló, San Gabriel, La Aneja, Nou d´Octubre, Los Almendros y Virgen del Remedio- «con graves deficiencias estructurales». Son los mismos para los que la edil Gloria Vara había reclamado desde un principio, ante la conselleria, que se incluyeran en el mapa escolar.
La reconvención de la edil Vara fue el pistoletazo de salida de un desencuentro en el que ya han intervenido a fondo los dos partidos políticos en liza, PSOE y Compromís. La coalición salió el viernes pasado en defensa de la también concejala de Educación, María José Espuch, militante a su vez de Compromís, que desautorizó a su socia de gobierno, Vara, en su énfasis por defender el mapa de insfraestructuras escolares presentado por el conseller Marzà.
La ejecutiva socialista le pide ahora a Compromís que «considere la marginación sufrida por la ciudad alicantina en el reparto de infraestructuras educativas desde la Conselleria de Educación, de la que es titular Vicent Marzá, de Compromís». Son centros «con necesidades urgentes que han quedado excluidos en el reparto de inversiones», reprochan.
