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Adif baraja cortar el tráfico ferroviario a Barcelona para acabar el eje mediterráneo

El periodo que se baraja para la interrupción de los trenes es como mínimo el del mes de agosto

El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) baraja cortar el tráfico ferroviario por un plazo indefinido entre Valencia y Castellón para poder finalizar las obras del tercer carril en el corredor mediterráneo, según confirman varias fuentes conocedoras del proyecto. Esto supondría interrumpir la conexión entre la provincia de Alicante y Barcelona, que tiene una demanda muy elevada y que ya sufre desde hace varios meses las incidencias producidas por los citados trabajos. La decisión definitiva aún no está tomada, aunque se manejan fechas como el mes de agosto, en el que baja la demanda en el tráfico de cercanías, aunque no en los trayectos de larga y media distancia. No obstante, otras fuentes consultadas extienden la interrupción del tráfico a un periodo más amplio, en función de las necesidades de la obra.

Cualquier decisión que se tome al respecto queda, en todo caso, supeditada a la formación de un nuevo Gobierno y a la continuidad o no del actual equipo directivo de Adif. La interinidad de los actuales responsables del Ministerio de Fomento es la que retrasa cualquier resolución drástica como la de interrumpir el tráfico en el corredor con más tráfico de España. Cabe recordar, en este sentido, que la conexión Alicante-Valencia-Barcelona es una de las más rentables de la red ferroviaria española, al estar entre las pocas donde los ingresos por venta de billetes superan los gastos de explotación. En 2012, una respuesta al entonces diputado de CiU Pere Macías desveló que el índice de cobertura de gastos en esta relación en 2010 se había situado en el 115,4%. Asimismo, el último informe del Observatorio del Ferrocarril en España cifró en 1.148.649 los viajeros en el corredor Alicante-Barcelona en 2013.

Las cifras de uso de esta línea suponen todo un récord, si se tiene en cuenta que el corredor está lastrado por los 39 kilómetros de vía única existentes en la provincia de Tarragona, que constituyen un auténtico cuello de botella para el tráfico, y los continuos retrasos en las obras de construcción de un nuevo trazado en este tramo. El problema de congestión, además, podría seguir dándose en un futuro. Como ya adelantó este periódico el pasado mes de octubre, el tercer diseño del esquema ferroviario previsto por Fomento y Adif para el corredor mediterráneo prevé reducir a sólo una vía la implantación del ancho europeo entre Valencia y Tarragona. Esto limitará de manera notable la capacidad de la línea, tanto para las circulaciones en ancho internacional -previsiblemente, todas las de larga distancia- como en las de ancho ibérico, afectando así a los servicios de cercanías y media distancia.

Es precisamente este cambio en el esquema del corredor mediterráneo uno de los motivos que ha retrasado la finalización de las obras entre Valencia y Castellón, un tramo que, en principio, debía haber entrado en servicio el 15 de enero. Los trabajos han supuesto una reducción de los servicios de cercanías entre estas dos ciudades, y un notable aumento de la duración de todos los trayectos, algo que afecta de manera directa a los trenes de larga distancia que comunican Barcelona con la provincia de Alicante. Ni Fomento ni Adif han ofrecido nunca explicaciones públicas por estos retrasos.

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