¿Sabemos lo que comemos?. De entrada, nos alimentamos de bastantes cosas que están bajo tierra, como adoctrina la profesora María Ángeles Alonso en los laboratorios de la Facultad de Ciencias ante los gestos y exclamaciones de sorpresa de los estudiantes del Instituto García Berlanga de Sant Joan y el colegio San Alberto Magno. ¿Cómo es eso de que comemos hongos?. El semblante de Irina lo dice todo ante las muestras de levadura y de queso que la profesora pone bajo la lupa del microscopio.
El departamento de Botánica les enfrentó a una prueba a lo Master Chef. Elaborar un menú totalmente exento de alimentos animales. Y triunfó la coliflor. El catedrático Manuel Benito Crespo lo explicaba paso a paso: «De la col, del género brásica, aprovechamos las raíces para hervirlas y hacer caldos; las hojas para comerlas en ensalada; las flores cuando son blancas, si no les da la luz, dan la coliflor; y si les da la luz y se ponen verdes, el brócoli; también se saca el fruto, y la semilla se las damos a los pájaros domésticos o las comemos como complemento nutricional en panes con semillas; para acabar elaborando aceite con ellas ¿De dónde creéis que procede el tristemente famoso aceite de colza?, de una adulteración del de colza, una variedad de coles». Ahí es nada.
La soja y el garbanzo
Pablo Pombero, Miguel Sánchez, Rocío, o Joan Iborra descubrieron los granitos de los que procede la mostaza, machacados con aceite; que las patatas las guardamos en la oscuridad porque si les da la luz se ponen verdes y les salen tallos; que la horchata procede de una raíz, la chufa machacada con agua y azúcar; que de los espárragos sólo nos comemos el tallo; o que no hay diferencias entre una almendra que llamamos fruto seco -carnoso según la profesora de Botánica- y un melocotón, porque tienen su zona pelosa, el fruto que es la más dura, y la semilla que es lo que nos comemos.
¿Y la mahonesa?, ¿cómo la hago sin huevos, que son de origen animal? Alonso resuelve la duda de Rocío: «Ajo y aceite, nada más». La leche de vaca la sustituyen por la de avena o la de almendras para el postre, y descubren además que la soja es tan legumbre como el garbanzo y que éste tiene incluso más proteínas, aunque menos predicamento porque el mercado asiático puede con todo.
Los profesores desmontaron algunas otras creencias populares, como que los cacahuetes no son la raíz aunque los cojamos de debajo de la tierra, sino que el rabito del que cuelgan en la planta crece tanto que acaban enterrándose; o que para las infusiones no hay que hervir el agua, sólo calentarla; que la alcachofa es de la familia de las margaritas, que no es una flor sino un conjunto de flores, igual que el girasol; y que el azafrán procede del pistilo de la planta.Todo muy vegetal.
