Cuatro años llevaba Catalina Navarro esperando las ayudas de la Ley de la Dependencia, así que cuando en plenas navidades recibió una carta anunciando que por fin el dinero llegaría a casa, su hija no daba crédito. «Mi madre tiene 97 años y llegué a pensar que moriría sin ver el dinero», explica Fina Sánchez, quien cuida de su madre desde hace años.
Y es que la anciana es una gran dependiente que necesita a una persona de forma permanente a su lado. «Hay que lavarla, darle la comida... todo. Por eso vive desde hace años conmigo. Soy viuda, estoy jubilada y puedo cuidar de ella porque de momento tengo buena salud», explica Sánchez.
A partir de ahora, el Consell abonará todos los meses cerca de 300 euros a Fina Sánchez para que cuide de Catalina. Un dinero que supone un alivio para la economía de esta familia de Novelda. «Entre mi pensión y la que me quedó de mi marido apenas llego a los 600 euros mensuales, por lo que pasaba muchos apuros económicos».
Pero además, junto a la primera nómina, la Conselleria de Igualdad le ha abonado 8.000 euros en concepto de atrasos por estos cuatro años que llevaban esperando las ayudas de la ley. «Sinceramente, no lo esperaba porque los políticos han hecho muchos recortes. Lo primero que hice fue ir a darle la noticia a Virginia Tovar, la trabajadora social que ha estado peleando todo este tiempo para que mi madre recibiera las ayudas». Fina Sánchez había llegado incluso a presentar quejas ante el Síndic de Greuges para que la Generalitat pagara a su madre el dinero de la Ley de la Dependencia.
