El Ayuntamiento de Alicante no tiene fecha todavía para empezar a pagar los primeros 100 euros de la ayuda prometida este curso a todas las familias por la compra de libros de texto en colegios, institutos y Formación Profesional Básica tanto de centros públicos como concertados.
La falta de liquidez municipal que llevó al rescate y a la intervención del presupuesto por el Gobierno central -de quien depende el visto bueno de las cuentas presentadas por el tripartito-, demorará previsiblemente hasta finales de febrero su aprobación en el pleno local y, tras este trámite, habrá que dejar otro mes de plazo para posibles alegaciones.
Las más de 40.000 familias de Alicante con derecho a esta ayuda no podrán acceder, por tanto, a los primeros 100 euros que pagan entre el Ayuntamiento, el Consell y la Diputación Provincial, antes del mes de abril, y en los colegios la avalancha de quejas es interminable.
«Nos han pedido colaboración desde el Ayuntamiento -precisa el portavoz de los directores de Primaria en el Consejo Escolar, Miguel Andreu-, y por supuesto que la tienen siempre que lo tramiten ellos, pero la gente está quejosa por la tardanza».
Aunque el cobro de esta ayuda dependa del Ayuntamiento, quienes dan la cara ante las familias son los colegios e institutos, con quienes tienen un contacto diario. Es por eso que la Concejalía de Educación quiere incluir a los centros escolares en el proceso a la hora de agilizar la recepción de solicitudes, con la previsión de enviar funcionarios municipales a las escuelas para que lleven a cabo la gestión.
De hecho, en todo un año el Registro Municipal recibe unos 100.000 documentos y sólo el programa XarxaLlibres acumularía en unos meses más de 40.000.
«Vamos a arrimar todos el hombro porque se trata de una gestión de envergadura -admite el representante de los colegios-. Cada centro pondrá a disposición del Ayuntamiento un ordenad0r en las fechas que se determinen para que las familias puedan entregar en su propio colegio la solicitud».
Dada la tardanza que se arrastra, los directores han planteado que «lo más lógico sería unir las dos fases de XarxaLlibres y hacerlo todo al final del curso». Así lo apuntaron en la reunión celebrada esta semana en el Ayuntamiento con las concejalías y técnicos municipales implicados en el proyecto.
A los docentes se les ha pedido además que remitan a la concejalía todas las opciones de compra de libros que se dan en cada centro: individual en papelerías, bancos de libros, adquisición de la AMPA, materiales de los maestros, o la casuística de los centros Caes de alumnos desfavorecidos social y económicamente.
Esta información la pide ahora Educación a cada colegio para concretar las instrucciones sobre la ayuda de los libros -sin redactar todavía-. Mientras, localidades como Elche, con 16.000 solicitudes, ya ha pagado 2.000 ayudas y Valencia comenzó también la recogida de peticiones en colegios.
