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Los regantes alertan de que sólo hay agua hasta marzo

Los agricultores lamentan que los recursos trasvasados no permitirán plantar hortalizas

Los regantes alertan de que sólo tienen agua hasta marzo

Seco y alarmante comienzo de 2016. Las lluvias han llegado a todas partes en España menos donde tenían que llegar -cabecera del Tajo y franja mediterránea- y la provincia de Alicante inicia el ejercicio en alerta roja. El Sindicato Central del Acueducto Tajo-Segura ha comunicado al Ministerio de Agricultura que las reservas de agua del Tajo en el embalse oriolano de la Pedrera no dan para llegar más allá de marzo, por lo que de no tomarse medidas extraordinarias está en peligro la plantación de toda la cosecha de hortalizas del próximo verano y, en lo que a la provincia se refiere, 400 millones de euros en exportaciones agrícolas.

El embalse almacenaba ayer 128 hm3 (52%), pero el caudal no sólo es de los regantes del Tajo. Almacena también el caudal de los regadíos tradicionales del Segura y reservas para suministro urbano.

El inicio del año ha cerrado temporalmente el trasvase del Tajo cerrado temporalmente el trasvase debido a que el nivel de reservas está en 315 hm3, 220 hm3 menos que en enero de 2015, y ha disparado todas las alarmas porque la desaladora de Torrevieja tampoco puede cubrir la demanda de agua para riego. La planta produce 2,5 hm3 al mes, lo que equivale a 30 hm3 al año, una «gota» para las necesidades de los regantes, que ascienden a 360 hm3. Acuamed trabaja contrarreloj para tratar de conectar las canalizaciones de los agricultores con la planta de Águilas, pero es insuficiente.

La situación comienza a ser límite, pues algunas comunidades de regantes ya han comunicado a sus comuneros que los pozos de sequía sólo dan este año, si continúa sin llover, para disponer de 1.500 metros cúbicos por hectárea (una hora por tahúlla), la cuarta parte del caudal necesario. Una cantidad de agua que sólo puede garantizar la subsistencia del arbolado pero no la plantación de hortalizas.

En 2015, la superficie cultivada en la provincia se pudo mantener al descender únicamente un 0,2%, contabilizándose actualmente alrededor de 133.000 hectáreas.

Antonio Rico, director del Instituto Interuniversitario de Geografía de la Universidad de Alicante, advirtió ayer, en este sentido, de que «el problema es muy grave. No es cuestión ahora de entrar a valorar el tema del aumento de la reserva estratégica en Entrepeñas y Buendía, que con las condiciones anteriores nos hubiera permitido disponer, al menos, de 75 hm3 del Tajo, pero los agricultores sí podrían plantearse pedir la suspensión cautelar de las normas de explotación siempre que se demuestre que el abastecimiento urbano de Madrid está garantizado» subrayó el catedrático de Geografía.

La falta de agua llega, por otro lado, en un momento en el que los cultivos cotizaban al alza. La producción de frutas y hortalizas y otros cultivos como el olivar o el almendro registran un periodo propicio en cuanto a las cotizaciones en campo (mejora precios anual del 4%), lo que anima a los agricultores a plantar más. Esta tendencia ha permitido moderar el descenso de la superficie en secano y se contrapone a lo que ocurrió en la Comunidad Valenciana en 2014, donde los campos plantados pasaron de 535.869 hectáreas a 417.978 hectáreas.

El valor de las zonas susceptibles de ser regadas por el trasvase Tajo-Segura alcanza los 400 millones de euros, lo que representa el 62,18% de los ingresos que obtienen los agricultores. En juego están más de cien mil empleos y una aportación al PIB de 2.364 millones de euros al año. «La situación es desastrosa. Un problema que se agrava como consecuencia del resultado electoral y las dificultades para confeccionar el Gobierno. Vamos a ver si podemos mantener los cultivos leñosos», recuerda Eladio Aniorte, presidente de la Asociación Jóvenes Agricultores.

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