El Ayuntamiento de Alicante acogerá a los primeros ocho refugiados llegados a la provincia, desde Irán y Afganistán, para huir de la guerra. Como avanzó este diario, se trata de seis kurdos y dos afganos que se alojan, provisionalmente, en la casa de una voluntaria de la Red Alicantina de Familias de Acogida de Refugiados (Rafar). La edil de Cooperación del Ayuntamiento de Alicante, Julia Angulo, explica que se trata de personas que han llegado «por sus propios medios», sin «el protocolo» establecido por la Unión Europea y el Gobierno. No obstante, desde el tripartito «hemos tomado la decisión de asistir a estas personas y no mirar hacia otro lado», indica.

Angulo explica que a través de Rafar conocieron la llegada de estas personas, que «han solicitado el estatus de refugiado» y que «necesitan una respuesta». Por ello, el viernes se ha convocado la mesa de trabajo en la que están representadas Cruz Roja, Cáritas y diferentes concejalías, para abordar la cuestión de la llegada a Alicante de refugiados de Siria y de países en conflicto bélico.

La edil indica que la intención es ofrecerles alojamiento, bien en el centro juvenil de La Florida o en viviendas del Patronato de la Vivienda, así como «comida, intérpretes o atención psicológica; todo lo que necesitan». Subraya que están en contacto con Barcelona, donde aseguran «se da una situación similar y se está dando un amparo provisional a estas personas». La intención es seguir «el mismo procedimiento en Alicante». Al respecto, explica que «no podemos mirar a orto lado y asumimos la responsabilidad» por una cuestión «humanitaria», por lo que los acogerán de manera «provisional» hasta contactar con el Gobierno y se regule el acogimiento dentro del protocolo y los cupos establecidos.

Desde Rafar, José Ramón Samper explica que las ocho personas ya han iniciado el trámite de petición de asilo en la Comisaría de Alicante. Llegaron por su cuenta a primeros de diciembre a Irún tras un periplo de miles de kilómetros y, como explica Samper, al llegar contactaron con la asociación Rafar en Alicante, a la que conocían por sus acciones en el campo de refugiados francés de Calais, para pedirles amparo. Una voluntaria de la asociación les ofreció una vivienda provisional en Mutxamel. Explica que desde la asociación trasladaron la situación al Ayuntamiento de la capital, para pedirle que los acogiera.