La pérdida de población ha afectado al 63% de los municipios alicantinos en un año, según ponen de manifiesto las cifras del padrón a 1 de enero de 2015 publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Ahora mismo, la provincia cuenta oficialmente con 1.855.047 habitantes, 13.391 menos que en la anterior revisión de los datos. Con ello, se aleja un poco más aún de la cuarta posición de España por población, que llegó a ocupar durante algunos años, en beneficio de Sevilla. El descenso no es porcentualmente muy elevado, pero es muy significativo que 89 de los 141 ayuntamientos alicantinos hayan disminuido su vecindario a lo largo de 2014.
Se trata del segundo año consecutivo en el que la provincia de Alicante pierde población, aunque conviene destacar que el fenómeno es generalizado en toda España y que son muy pocas las demarcaciones que ganan habitantes. El retorno de muchos inmigrantes a sus países de origen, junto con la emigración de españoles y el mayor control del INE en la actualización de los padrones municipales, dando de baja a personas que aún constaban en ellos, pero en realidad no residían ya en esos lugares, ha contribuido a que el descenso sea tan extendido y acusado. En este sentido, la provincia de Alicante sufre de manera especial el fenómeno, al haber sido en su momento receptora de inmigrantes tanto por motivos laborales como residenciales. Así, lo que en su momento supuso un crecimiento importante ahora se vuelve a la inversa.
Municipios turísticos del litoral como Xàbia y Calp están entre los que sufren mayores pérdidas demográficas, con 1.386 y 897 individuos, respectivamente. No obstante, los descensos más abultados se registran en Alicante capital, con 3.419 personas menos que el año anterior, y en Torrevieja, donde el padrón pierde otros 2.968 vecinos y se aleja aún más de los 100.000 residentes. También el padrón de Elche mengua en 1.345 personas, y el de Orihuela en otras 742. Por su parte, Elda pierde 292 vecinos en un año, Dénia 119 y Alcoy 92.
Entre las localidades importantes de la provincia, el crecimiento más significativo se registra en San Vicente del Raspeig, aunque con sólo 356 personas más que al inicio del año pasado. Un incremento similar, de 343 individuos, se ha producido en l'Alfàs del Pi, mientras que en el Campello ha sido de 275. Junto con éstos, los únicos incremento destacable en municipios de más de 20.000 habitantes son los de Aspe, Crevillent y Santa Pola, con 158, 137 y 128 personas más, respectivamente. Por su parte, Benidorm gana 35 vecinos, pero aquí la gran caída se produjo ya el año pasado, en que el padrón bajó de golpe en más de 3.000 personas.
