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Un itinerario turístico por los ficus de Alicante

Un arquitecto crea una ruta con los ejemplares de mayor porte de una especie que llegó de Australia hace más de un siglo

Un itinerario turístico por los ficus de Alicante

«Desde pequeño me fascinan los ficusy poder estudiarlos desde el punto de vista arquitectónico es aún más valioso». Éste es el origen del proyecto de revalorización patrimonial y cohesión urbana «Ficusurbis» obra del joven arquitecto alicantino José Corno, quien ha dibujado una novedosa ruta uniendo los ejemplares de mayor porte que hay en la ciudad de esta especie que llegó de Queensland, Australia, hace más de un siglo. «Los ficus son un valor patrimonial a potenciar y cuidar, que permitirían cohesionar la ciudad y mejorar su funcionamiento».

Corno, que pone su investigación a disposición del Ayuntamiento, cree que la redacción del nuevo Plan General de Ordenación Urbana supone una oportunidad de oro para crear nuevos ejes vertebradores y uno de ellos sería este itinerario de 17 puntos «dónde no sólo la actividad cultural se vería implementada sino también la actividad comercial y turística».

Porque, como arquitecto, está preocupado por la deriva de la ciudad. «Ahora mismo hay muchos desniveles, las vías no están preparadas para el comercio o el turismo, y a la hora de planificar hay que mejorar la calidad del espacio urbano. Algunos ficus están en jardines públicos o calles pero otros están en recintos privados, como es el caso del Banco de España, en plena Rambla. Se habla de peatonalización pero no hay ideas claras. Abriendo esos espacios y creando plazas públicas unidas en un itinerario de ficus se visualizaría mejor el patrimonio de Alicante y ayudaría a conectar la ciudad», como se hizo cuando se demolieron las murallas del Portal de Elche para que creciera la ciudad.

Para realizar esta investigación, que le ha llevado seis meses, el arquitecto se ha remontado a la llegada de los primeros ficus en 1816, con destino a jardines de aclimatación, donde enraizaron gracias al clima salino, y al jardín botánico de Benalúa, que sólo funcionó hasta 1819, promovido por el Consulado del Mar. Además de bucear en la historia de los ficus de Alicante, ha estudiado el ecosistema de estos árboles; su etimología, con los nombres que se le dan en otros países como «gomero» en Argentina y árbol de Bodhi o baniano (viene de la palabra mercader en sánscrito porque bajo su sombra descansaban los comerciantes) en la India; y finalmente propone una estrategia para revalorizar el ficus y eliminar daños al árbol como los que se produjeron en Hogueras en Gabriel Miró con el corte de una raíz Hogueras en Gabriel Mirópara hacer una instalación eléctrica. «La tiraron a la basura y la recogí para ver si se podía reinjertar pero no es posible. La tengo en casa y se la quiero donar a la asociación de vecinos del centro».

También apuesta por integrarlos en las plazas estudiando mejor su iluminación. El arquitecto completa su investigación con un mapa cartográfico y maquetas en 3D de los ficus, así como fotografías del crecimiento y usos que le dan en otros países que quiere exponer, y así lo negociará con Cultura.

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