Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

¿Hacia dónde va el Casco Antiguo?

Los vecinos reclaman un plan de revitalización integral para la zona

¿Hacia dónde va el Casco Antiguo? pilar cortÉS

«Deberíamos mirarnos en el espejo de Bilbao, que ha apostado por actuaciones sostenibles y ha diseñado una política municipal urbanística, de ocio y horarios para hacer una ciudad prestigiosa, digna y acogedora, algo que no tenemos en Alicante». Quienes así hablan son los vecinos del Casco Antiguo que, además de estar a favor de un mayor control de los veladores y de que el entorno sea declarado zona acústicamente saturada, urgen una revitalización urbanística del Barrio acorde con este enclave histórico que sea capaz de devolverle la actividad comercial y ciudadana.

«El Casco Antiguo, a lo largo de las ultimas décadas, ha mejorado algo urbanísticamente, no obstante no siempre el estilo de restauración ha sido del agrado de los vecinos. En el sentido estético, la mayoría de las intervenciones que se hicieron en una época en que la transparencia brillaban por su ausencia no fueron demasiado afortunadas. Muchos edificios están fuera de escala, no se ha respetado la volumetría ni la estética del entorno», denuncia la asociación de vecinos Laderas del Benacantil a través de su vicepresidente, José María Morán.

Para el futuro, reclaman que las restauraciones de inmuebles del Casco Antiguo sigan la misma línea estética, a la que deberán dar continuidad las futuras construcciones en los solares ahora vacíos. «Cada vez hay menos pero aún siguen siendo muchos, algunos de ellos de propiedad municipal, y como no hay dinero, no pueden hacer nada y también afean».

La quiebra de las arcas municipales y el cambio de gobierno han paralizado, asimismo, el plan de edificación de viviendas y un aparcamiento en superficie que estaba previsto en la Medina de acuerdo con el Patronato Municipal de la Vivienda tras la demolición del antiguo colegio San Roque. Ante la congelación de ese proyecto, los terrenos liberados en la zona de Balseta se han destinado a un parking en superficie con 50 plazas que se abrirá a los vecinos la próxima semana y que será provisional hasta que se pueda retomar el proyecto paralizado. Una solución temporal que satisface a los vecinos «porque hace muchísima falta».

Otro de los caballos de batalla para mejorar la imagen del Casco Antiguo es la retirada del cableado aéreo, que los vecinos entienden que confiere a la zona un aspecto tercermundista. «Están creadas las infraestructuras subterráneas para enterrar los cables pero no se ha llegado a un acuerdo con las empresas y siguen colgando por las fachadas, en grandes manojos y atravesando las calles de esta zona emblemática de Alicante».

Los vecinos también se quejan de las pintadas que afean las fachadas, «muchas de ellas de carácter obsceno», y de la suciedad, muy relacionada con la configuración actual del Casco Antiguo como centro de ocio. «Se necesita más limpieza y más vigilancia policial para atraer el comercio y que se pueda revitalizar la zona atrayendo más turismo».

Quienes viven en el Casco Antiguo también son muy críticos con el estado del Parque de la Ereta, para el que reclaman «una restauración o puesta al día». «Es un ejemplo clamoroso de lo que no se debe hacer porque no es sostenible. Para el dineral que costó ha resultado un fracaso, sólo queda la vegetación, que va a su aire, de aquel jardín zen original, que se ha ido al garete. Fue una actuación demasiado vulnerable, lo que demuestra que hacer filigranas y fantasías orientales es tirar el dinero».

Éstas son algunas de las demandas que la asociación de vecinos ha incluido en una especie de «libro blanco» con cuestiones sobre las que trabajan con las concejalías de Urbanismo, Seguridad y Participación Ciudadana, y también se han sumado a una plataforma contra el ruido que se está gestando con varias asociaciones de vecinos de Alicante al entender que buena parte de la ciudad, especialmente el Casco Antiguo y el centro histórico, tienen un problema enquistado con el ruido nocturno los fines de semana. Aunque los días laborables el Barrio es casi fantasmal, los vecinos se felicitan de esa tranquilidad, en la que es clave la restricción del tráfico desde hace unos años.

«Esta situación contrasta brutalmente con la falta de civismo que se deriva del ocio entre jueves y domingo. Cuestionamos este modelo y estamos a favor de las iniciativas de la Concejalía de Urbanismo para reducir la ocupación de las calles por los veladores». La asociación recuerda que en el Casco Antiguo la mayor parte de concesiones a terrazas en la calle pertenecen a pubs, «que tienen música y el continuo abrir y cerrar de puertas para servir las mesas provoca quejas e infracciones porque algunos son auténticas discotecas».

Nuevo horario de cierre

Por ello, se muestran en desacuerdo con los argumentos de los hosteleros, «no nos ofrecen garantías porque siguen la táctica del aprovechamiento rápido de la ocasión dejando atrás una ciudad mancillada y con el paso cambiado». Por este motivo, reclaman a los grupos políticos una nueva regulación de los horarios de los veladores en zonas con uso residencial, para que en invierno se retiren las instalaciones a las doce de la noche los viernes, sábados y víspera de festivo, y en verano a la una de la madrugada.

Compartir el artículo

stats