Al alcance de muy pocos. Torre Juana, una de las históricas edificaciones de la huerta de Alicante y declarada Bien de Interés Cultural (BIC), está a la venta. Una oportunidad única de ser el propietario de un inmueble protegido si no fuera porque el precio no es asequible para todos los bolsillos: 800.000 euros al contado más 350.000 en pago aplazado sin intereses.
Torre Juana es una construcción del siglo XVII que originariamente perteneció a Pascual de Bonanza, según consta en el catálogo de bienes y espacios protegidos del Ayuntamiento de Alicante. De planta rectangular, casi cuadrada, mide alrededor de cinco metros de lado y su interior se divide en tres pisos, según la referencia de la Dirección General de Patrimonio Artístico.
La terraza es plana, transitable y accesible, y está rematada por un pequeño vuelo cubierto con teja, que también aparece en la cubierta a cuatro aguas del desembarco de la escalera.
Las sucesivas ampliaciones y reformas han enmascarado y ocultado la torre original, aunque «sin duda alguna es una atalaya defensiva contra los piratas», explican desde la asociación cultural Alicante Vivo.
El remate de la atalaya está transformado por un alero y antepecho en los que alternan machones de obra y barandas de hierro, añade la ficha de Patrimonio Artístico.
Torre Juana está situada en el camino de la Cadena, junto a la avenida del Pintor Pérez Gil, sobre el límite de los términos de Alicante y Sant Joan d'Alacant, por lo que, debido a su perímetro de protección, que se adentra en el término de la población vecina, cuenta con amparo en los planes generales ambas localidades.
El BIC tiene también una capilla, que data de 1842, y una casa para servicio independientes. La ermita tiene una única nave de planta rectangular y en su interior hay pilastras de capiteles jónicos, acabados interiores neoclásicos y bóveda de cañón en la cubierta, según el catálogo de bienes y espacios protegidos.
En total, son 1.300 metros construidos en una parcela de 12.250 metros. Se trata de uno más de los torreones de defensa que se construyeron entre los siglos XV y XVII en la huerta de l'Alacantí para que la población se protegiera de los ataques de piratas provenientes de África. Es el caso de, además de Torre Juana, Bosch, Rejas, Conde, de Sarrió o del Ciprés. En la actualidad, algunas de ellas han desaparecido o están abandonadas pese a estar declaradas BIC.
Patrimonio agonizante
Alicante Vivo recuerda que es un patrimonio arquitectónico que agoniza y dentro de unos años prácticamente habrá desaparecido. Así, sostiene que se ha construido sin respetar el retranqueo legal, como el caso de Torre Placia, se derriban (Guixot-Fabián) o se desmontan argumentando una futura reposición (Rizo).
Casi todas son de propiedad privada y que estén catalogadas como Bien de Interés Cultural no implica por lo general una subvención, antes al contrario, el dueño tiene la obligación del mantenimiento de estas torres que guardan en su interior cientos de his-torias.
