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Carmen Montón

«Vamos a dignificar lo que ya tenemos, se acabaron las promesas que llenan titulares»

«La primera prioridad en la provincia es ampliar el Hospital de La Vila», afirma la consellera

La consellera de Sanidad promete devolver derechos perdidos en estos años de crisis. pilar cortés

¿Qué balance hace de estos cuatro primeros meses al frente de la Conselleria de Sanidad Universal?

Son cuatro meses en los que, en primer lugar, ha habido un cambio de actitud, de diálogo, de recibir a la ciudadanía, de escuchar, de analizar conjuntamente los problemas y tomar decisiones no de espaldas a la gente, sino con los ciudadanos. En segundo lugar hay un trabajo de poner la casa en orden. Nos hemos encontrado con muchos problemas, con ese legado envenenado que ahora tenemos que gestionar y solucionar. Desde la forma en la designación de los cargos de confianza -nos hemos encontrado con que el 73% estaba de manera provisional y el 53% de manera irregular-, hasta las cuestiones más básicas de obsolescencia tecnológica en algunos departamentos y hospitales. De lo más grande a lo más pequeño, hemos recibido la sanidad en una situación tal que lo primero que estamos haciendo es ponerla en orden y solucionar los problemas más importantes que nos hemos encontrado.

¿Están nuestros hospitales y su tecnología en tan mal estado?

Lo que hemos identificado es que se había abandonado el mantenimiento de algunas cuestiones de los departamentos. No ha sido casual que hayamos visto que los aires acondicionados en Alicante no daban más de sí el pasado verano. En este sentido estamos haciendo esa planificación para que, en la medida de las posibilidades financieras de la conselleria, este tipo de situaciones no vuelvan a ocurrir. Nos hemos encontrado una falta de planificación, de rigor y de previsión a la hora de gestionar el dinero público. Había una laxitud y un mirar hacia otro lado que estamos corrigiendo a marchas forzadas. También en esta provincia de Alicante hay que hablar de las concesiones administrativas. Tenéis tres hospitales en concesión con 520.000 ciudadanos adscritos a ellas. Hemos querido hacer el esfuerzo de poner en marcha una Dirección General de Alta Inspección para que haya un control más ajustado de estas concesiones y hemos empezado por las auditorías económica, de infraestructuras y una de verificación de la calidad asistencial.

¿Hay ya algún resultado de las mismas?

Estamos aún en esa primera fase. También estamos acudiendo al terreno. Estuvimos en Denia y nos reunimos con la plataforma de esa localidad y los alcaldes de la comarca para recoger sus reivindicaciones y así poder seguir adelante con esas auditorías.

¿Durante esta legislatura se va a poder revertir la concesión de los cinco hospitales de la Comunidad que están en manos de empresas privadas?

Eso es algo que está sujeto a los contratos con estas empresas. Durante esta legislatura lo que está claro es que el Hospital de Alzira es el primero que finaliza el contrato en 2018, y que nadie espere que se renueve. En el caso de los demás tendremos que ir viéndolo. Nuestro objetivo ahora es que estas empresas cumplan aquello que firmaron y que la calidad que recibe la ciudadanía sea óptima.

Antes de la crisis se llegó a presupuestar la construcción de hasta 9 centros de salud en la provincia y la mayoría desaparecieron de los planes del Consell. ¿Se van a recuperar estas instalaciones?

Lo que hemos vivido en estos años del Partido Popular -con y sin crisis porque ha sido la tónica generalizada- ha sido una política de promesas falsas, de maquetas y de carteles. Los carteles que ponían en las diferentes ciudades a un coste de 50.000 euros. Nosotros hemos buscado las prioridades.

¿Y para la provincia cuáles son?

La primera, ampliar el Hospital de La Vila. El año pasado no entró en los presupuestos y nosotros hemos hecho que aparezca. Esta es una de las reivindicaciones que llevaba años arrastrando la provincia. También, en una reciente visita a Elda hemos hablado sobre el consultorio medico auxiliar de la Virgen de la Cabeza, que llevaban 7 y 8 años reivindicando y nadie les hacía caso. Nosotros hemos considerado que es una prioridad después de hablar con la gerente del hospital del departamento de salud. Fíjate si es curioso y si había política de falso titular o de falso anuncio que para este centro, que lo había anunciado el Partido Popular, no estaba ni siquiera conseguida la licencia de la cesión de los terrenos. Ha tenido que venir un nuevo alcalde y una nueva conselleria para que haya cesión de los terrenos después de estar hablando tantos años. Otra de nuestras prioridades será el centro de salud de Benalúa, que se ha eternizado. Ya hemos dado el empujón final para que se concluya. Tenemos 400.000 euros para el equipamiento y en cuanto nos entreguen la obra en diciembre pondremos este dinero para que el equipamiento esté cuanto antes .

¿Entiendo entonces que el resto de infraestructuras no son una prioridad?

Estamos haciendo el mapa sanitario de la Comunidad. Hasta ahora no se había planificado nada. Todo obedecía a otro tipo de prioridades que no tenían nada que ver con las necesidades. Queremos hacer un mapa sanitario y una reordenación de servicios y allí donde haga falta habrá que poner un centro de salud. Hay que poner la casa en orden.

El Partido Popular llegó a prometer un tercer hospital para la ciudad de Alicante.

Fueron muchos los hospitales que se prometieron y a veces coincidían con las ciudades natales de los consellers de ese momento. Luego no había ni partidas presupuestarias, ni informes, ni nada que documentalmente dijera que ese compromiso iba en firme.

Los hospitales públicos de la provincia han perdido en dos años más de 200 camas que se cerraron alegando que no eran necesarias. ¿Se van a recuperar?

Todo nos lo tiene que decir el mapa sanitario y esa reordenación de los servicios. Desde luego el mensaje que tenemos que lanzar es que nuestra apuesta por la sanidad pública universal y de calidad es firme y vamos a intentar dignificar aquello que tenemos. Se acabaron las promesas que pueden llenar un titular un día y que no llevan a ninguna parte. Queremos dignificar lo que ya tenemos, los hospitales, los centros de salud y que todo el mundo esté tranquilo yendo a la sanidad pública porque hay unos excelentes profesionales que nos están dando toda la calidad. Y nosotros les vamos a apoyar desde la conselleria.

El ex conseller de Sanidad, Luis Rosado, trató de acabar de un plumazo con el Plan de Choque y su sucesor, Manuel Llombart, intentó potenciar las operaciones por la tarde sin lograr tampoco eliminarlo. ¿Qué cree usted que puede hacer diferente para terminar con las derivaciones a la privada?

Estamos estudiando la manera de hacer el máximo posible con nuestros propios recursos porque los estudios dicen que es más barato y más cómodo para los propios profesionales y los pacientes operar en el mismo departamento. Esa es nuestra apuesta, el autoconcierto y hacer todo lo posible con los recursos propios.

¿Es inevitable que haya una cierta colaboración con la sanidad privada?

Si es necesario tendremos que hacerlo, pero nuestra prioridad es hacerlo todo con recursos propios.

¿Son compatibles todos estos proyectos con la falta de liquidez que sufren las arcas del Consell?

Es compatible con la prioridad. Nosotros ahora tenemos el presupuesto más alto de la historia, tenemos 5.909 millones de euros, que son 416 de aumento. El 34% del presupuesto de la Generalitat es de Sanidad. Este Consell ha demostrado que la sanidad es una prioridad y luego hay mucho margen de buena gestión. Hasta ahora había una laxitud en la gestión que la Sindicatura de Comptes nos estaba indicando, diciendo por ejemplo ese ahorro del 17 millones si las resonancias se hicieran por personal de la pública. Por ejemplo, de la hemodiálisis estábamos pagando la más cara de toda España. Simplemente con medidas para gestionar correctamente y cumplir la Ley de Contratos del Estado podíamos ahorrar millones de euros. Queremos cumplir con esa eficiencia y demostrar que una buena gestión nos puede hacer ser más eficaces económicamente y eso destinarlo a dar más calidad y devolver derechos que es lo que hacemos.

Los sindicatos critican que entre los nuevos gerentes de los departamentos de salud priman los cargos políticos por encima de los gestores...

Hemos querido dar un nuevo impulso y para ese cambio de modelo necesitamos a los mejores gerentes de departamento. No es casualidad que muchos de ellos vengan de la Primaria, porque queremos apostar por esta asistencia y por un modelo más orientado a la cronicidad. Hemos hecho una selección de los que consideramos que son los mejores. También hemos seguido los criterios de paridad. Lo que nos encontramos cuando yo tomé posesión era una sala con más de 20 gerentes y una consellera. En estos momentos todos los nombramientos que hemos hecho en la conselleria cumplen la paridad, tanto en los servicios centrales como a nivel de elegir a los responsables de los departamentos. Hemos buscado al mejor equipo. Todos están ilusionados y a donde voy percibo ganas de cambiar las cosas, de afrontar todos los retos y de solventar los problemas.

¿Podrán los médicos y enfermeros jubilarse a los 70 años?

La jubilación forzosa fue otro legado envenenado que recibimos. Lo hicieron como una medida de recorte más y además lo hicieron de una manera chapucera. Ahora nos están cayendo sentencias que tenemos que pagar de las arcas públicas, es decir, del dinero de los impuestos de los ciudadanos. En la Ley de Acompañamiento hemos eliminado ese blindaje que se hizo a la jubilación forzosa y ahora estamos en un proceso de diálogo con los sindicatos para solventarla y llegar a los términos adecuados para que deje de ser una medida de recorte.

¿Seguirán los médicos de familia recetando a través de algoritmos?

Eso es algo que también está en estudio. Los algoritmos, los incentivos... estaban encaminados al ahorro por el ahorro y no a redundar en la salud de la ciudadanía. Por eso son medidas que estamos revisando y cambiando. Hay que repensar. El objetivo no puede ser el ahorro por el ahorro. Hay margen de ahorro, de eficiencia, pero no a costa del buen hacer de los profesionales ni de los pacientes.

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