La muerte de tres bebés en las últimas semanas por tos ferina ha levantado todas las alarmas. Y es que, el número de casos de esta enfermedad, que llegó a estar casi erradicada, no deja de aumentar. La provincia tampoco escapa a esta tendencia y en el último año, el número de casos prácticamente se ha triplicado. Según datos aportados por la Conselleria de Sanidad, en 2014 se registraron en la provincia 168 casos de esta enfermedad, frente a los 63 del año anterior.

Entre las causas de este incremento los expertos apuntan a la corta duración de la efectividad de la última generación de vacunas. «Hace años, las vacunas que se empleaban daban muchas reacciones, como fiebre o convulsiones y no se podían aplicar a niños con problemas neurológicos», explica José Pastor, jefe de Pediatría del Hospital General de Elche. En los últimos años, estos medicamentos «han mejorado en seguridad, pero con la contrapartida de que el periodo de protección es menor». Las anteriores vacunas, denominadas de células enteras, protegían hasta 14 años , frente a los 6 de las nuevas o acelulares, según recoge la Conselleria de Sanidad en un informe. El menor periodo de cobertura de la vacuna, unida a la fácil trasmisión de esta dolencia es una de las causas que explican este importante incremento de casos.

Pese a la alarma generada por el fallecimiento de los tres bebés, los pediatras recuerdan que esta dolencia no es grave y que en muchos casos pasa sin ser diagnosticada y sin mayores complicaciones. «Los casos más complicados se dan en bebés menores de seis meses, que aún no han recibido una inmunización completa y tienen la glotis más cerrada, por lo que es más fácil que se ahoguen», afirma Pastor. En la Comunidad Valenciana los niños son vacunados de esta enfermedad a los 2, a los 4 y a los 6 meses. Al año y medio se administra una dosis de recuerdo. El calendario vacunal establece que a los 5 años debe haber otra dosis, sin embargo, esta ha sido suspendida por Sanidad tras detectarse problemas a nivel nacional con la fabricación de uno de los componentes de la vacuna. «Sin duda esto influirá en el aumento de casos», cree Pastor, para quien el bajo precio de este medicamento «hace que a muchos laboratorios no les sea rentable fabricarlo».

La Comunidad Valencia es de las pocas que ha seguido la recomendación del Ministerio de Sanidad y ha comenzado a vacunar a las embarazadas en la semana 32. «El objetivo es que trasmitan anticuerpos al feto a través de la placenta que le protejan ante un posible contagio». Cabe recordar que dos de los menores que han fallecido en las últimas semanas tenían menos de dos meses, por lo que aún no habían sido inmunizados y el tercero sólo había recibido una dosis. En la provincia, el último fallecimiento por esta enfermedad fue el de un niño de un mes al que un familiar contagió la dolencia. El niño murió el verano pasado en el Hospital de Sant Joan. Aunque desde el año 1940 la incidencia de esta patología había descendido drásticamente, Pastor sostiene que la dolencia «nunca llegó a estar erradicada del todo en España».

El jefe de Pediatría del Hospital de Elche señala que «alrededor de la mitad de los niños menores de 1 año que contraen la tos ferina necesitan tratamiento en el hospital y algunos niños hospitalizados pueden padecer neumonía».