El Niño ya sabe dónde nacerá. Será en la estación de tren de Alicante, donde este año se montará el belén municipal que desde hace dos décadas se instalaba cada Navidad en el vestíbulo del Ayuntamiento y que se ha tenido que trasladar, según la versión oficial del tripartito que dirige el gobierno local, por un «ligero hundimiento» en la zona donde tradicionalmente se armaba, en el vestíbulo de la casa consistorial. Esta fue al menos la razón que el concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Pavón, dio a conocer hace unas dos semanas basándose en un informe técnico, aunque los belenistas sabían desde mediado octubre que este año no habría belén en el Ayuntamiento, según les dijo el alcalde, para «diversificar» la Navidad.

Sea como sea, el nacimiento estará, en una solución alcanzada en principio sólo para este año, en el vestíbulo principal de la estación del AVE, que, según explicó ayer el gobierno local en un comunicado, «permitirá que sea visitado por muchos alicantinos pero también por la gran cantidad de turistas que llegan a la ciudad en tren durante las fechas navideñas».

El tripartito añade que la Concejalía de Fiestas, que dirige el alcalde Gabriel Echávarri, ha llegado a un acuerdo con Adif y la Asociación de Belenistas para instalar el belén municipal en la terminal. Lo que no dicen es que la ubicación que ha tramitado el Ayuntamiento fue a sugerencia de los propios belenistas, según precisó en otro comunicado el presidente del colectivo de artista, Alejandro Cánovas, quien quiso manifestar su agradecimiento al asesor de la Concejalía de Fiestas, Miguel Castelló, por sus «desvelos para poder cumplir con el acuerdo alcanzado por la Asociación de Belenistas y el Ayuntamiento».

«Vamos a tener el belén», dijo, contento, Cánovas, al solucionarse el problema de la ubicación. Los belenistas llegaron a decir que sólo montarían el belén en un lugar digno y con buena previsión de visitas, y que existía la posibilidad de que no se pusiera este año. En la estación, apuntó el maestro belenista, tendrá visitantes, y está «en un buen sitio, bastante céntrico. Nos alegramos de que las cosas hayan llegado a buen término». Además, sus dimensiones caben perfectamente en la terminal.

Los belenistas empezarán en breve con la instalación del nacimiento, que tendrán que compatibilizar con el montaje de la exposición belenista en la Diputación dado que no pudieron empezar con el primero en la fecha que tenían prevista por los problemas de ubicación. No tendrán que modificar la escenografía, de cuatro metros de altura por seis y medio de longitud y cinco de fondo, que acogerá figuras de un metro, pero sí se necesitarán dos mamparas para proteger los laterales, una tarima y una estructura móvil para el olivo natural que realzará la obra.