La entidad tributaria de la Diputación, Suma, replica al Ayuntamiento de Alicante que sus anticipos de seis millones de euros mensuales durante los dos años que ha estado gestionando el cobro de impuestos eran a interés cero para las arcas municipales. Fuentes de la entidad tributaria sostienen que, por contra, la póliza de crédito de 20 millones solicitada por el Ayuntamiento de Alicante para tener liquidez en los primeros meses del año (tras romper el contrato con Suma) conllevará el pago de intereses bancarios. La edil de Hacienda, Sofía Morales, indica que, como máximo, serán 300.000 euros en intereses e incide en que «Suma nos costaba 2,5 millones al año».
La entidad tributaria se defiende asegurando que los 2,5 millones eran por la gestión de los impuestos municipales, incluyendo el personal, el alquiler de los locales, gastos corrientes como luz o electricidad, el reparto de correo y la atención telefónica a los contribuyentes, entre otros servicios. Unos gastos que, sostienen desde la entidad tributaria, a partir del año que viene tendrá que asumir el Ayuntamiento, que ha decidido rescatar el cobro de los impuestos.
Liquidez
El anterior gobierno local del PP cedió el cobro de los mismos a Suma a partir de 2014 a cambio del pago de un canon de 2,5 millones y con el acuerdo de que la entidad les adelantara 30 millones de euros hasta junio (a razón de 6 millones al mes). Seis meses cruciales para la tesorería municipal, puesto que la recaudación del IBI (principal fuente de ingresos municipal) no finaliza hasta el mes de junio.
Ante la falta de liquidez para los primeros meses del año, en los que el Ayuntamiento tiene que seguir haciendo frente a gastos fijos como nóminas, el tripartito ha optado por recurrir a una póliza de crédito de 20 millones, de la que extraer el dinero que necesite y que tiene que amortizar antes de julio de 2016. Morales sostiene que los intereses, probablemente, no lleguen a alcanzar los 300.000 euros. Morales sostiene que, aunque los anticipos de Suma no tenían interés, la entidad de la Diputación «retenía lo que iba cobrando hasta que nos lo entregaba y eso estaba en su cuenta rindiendo».
