Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El Supremo obliga a un alicantino a devolver lo que cobró por perder un ojo de un disparo

Un juzgado condenó a la aseguradora del local a indemnizar con 66.000 euros a la víctima pero el fallo ha sido revocado

La víctima y su esposa muestran la sentencia del Supremo. J. A. M.

El Tribunal Supremo ha obligado a un vecino de San Isidro a tener que devolver los más de 60.000 euros de indemnización que percibió tras perder un ojo de un disparo en un tiroteo en un local en el que se encontraba como cliente, según la sentencia a la que ha tenido acceso este diario. Un juzgado de Orihuela había obligado a los responsables del local a tener que indemnizar a la víctima por no haber tomado las medidas necesarias para que el tiroteo se produjera en el interior del establecimiento. Sin embargo, la Audiencia en primer lugar y ahora el Tribunal Supremo, doce años después del suceso, han revocado esa sentencia al entender que se trata de un hecho imprevisible para quienes explotaban el local. «Es incluso dudoso que de haber contratado seguridad ésta hubiese podido evitar el ataque de quienes aparecen armados y a cara descubierta y comienzan a disparar», dice la sentencia.

Los hechos se remontan a noviembre del año 2003 cuando la víctima, Francisco García, y su esposa, Gema Martínez, se encontraban en un disco-pub de San Isidro tomando una copa cuando apareció un grupo de personas, que poco antes habían tenido una discusión con otros clientes, y comenzaron a disparar con escopetas de caza contra la clientela. El matrimonio resultó herido por los disparos, pero él se llevó la peor parte ya que recibió el disparo en la cabeza. Aún hoy tiene las esquirlas en el interior de su cráneo y ha perdido totalmente la visión de un ojo, que le ha sido sustituído por otro de cristal. Los autores del tiroteo ya fueron condenados en su día por un juzgado de lo Penal, pero se reservaron el ejercicio de las acciones civiles. En la vía civil, el matrimonio actuó también contra los responsables del local alegando la falta sistemas de seguridad y de vigilancia que hubieran impedido el tiroteo en el interior del establecimiento, unas tesis a las que un juzgado de Orihuela dio total validez obligando al seguro del local a indemnizar al matrimonio con más de 66.000 euros por las lesiones sufridas durante el tiroteo.

A fin de evitar el pago de intereses, la aseguradora adelantó el dinero de la indemnización a la pareja mientras se recurrió el fallo ante la Audiencia Provincial, cuya Sección Novena con sede en Elche, revocó la sentencia al considerar que los propietarios del local no tenían responsabilidad alguna en los hechos y que se trató de un «ataque súbito» e imprevisto. El Tribunal Supremo ha dado ahora por buenos estos argumentos y obliga a la pareja tanto a devolver el dinero de la indemnización más los intereses, como a pagar las costas del procedimiento.

El matrimonio ya está buscando de dónde va a sacar el dinero para poder hacer el desembolso de todo lo que le reclama la aseguradora. «Vamos a tener que volver a hipotecar la casa», explicó el perjudicado a este diario que considera «inexplicable» la decisión adoptada por el alto tribunal. «No sé cómo voy a encontrar trabajo en mis condiciones físicas, con una minusvalía del 34%», aseguró y se lamenta de que las personas que le dispararon se encuentran todas en la calle. «A mi, que no tenía nada que ver con lo que estaba pasando, me han arruinado la vida y ellos se han ido de rositas», se lamentaba a este diario. «Estoy a punto de perderlo todo, mi casa y mi familia y sin trabajo», dijo. Según el relato de la víctima, los atacantes habían tenido una discusión momentos antes con unos camellos dentro del establecimiento, «se marcharon de allí avisándoles de que iban a volver a por ellos y éstos se marcharon sin avisar a nadie». Como consecuencia de los restos de metralla que aún tiene en la cabeza, «no me puedo hacer ninguna resonancia» y también sufrió un trastorno de estrés postraumático como consecuencia de estos hechos.

Compartir el artículo

stats