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Fernando Llopis: «Puede ser negativo empeñarse en igualar en áreas pequeñas»

Fernando Llopis: «Puede ser negativo empeñarse en igualar en áreas pequeñas» isabel Ramón

El profesor de Lenguajes y Sistemas Informáticos defiende la igualdad de la mujer en las esferas más altas. Desde unidades más pequeñas lo ve difícil.

El Plan de Igualdad de la Universidad da preferencia a la mujer para ser contratada si se coincide en los méritos, ¿le parece adecuado?

Estoy a favor de las medidas de igualdad, pero siempre buscando un objetivo medible más allá de las palabras. Por ejemplo, sería razonable que el sueldo medio de hombres y mujeres fuera equivalente, esto aseguraría una distribución en cargos similar.

¿Cuestión de sueldo básicamente?

Si hombres y mujeres se igualan por arriba matemáticamente implica una misma distribución en los escalafones y saldrá una media equilibrada de los sueldos.

Pero hay departamentos de la UA infradotados de mujeres o de hombres.

La igualdad puedes conseguirla a nivel macro, es muy complicado e incluso puede ser negativo empeñarse en conseguirlo a nivel de unidades pequeñas.

¿Cómo lograr equiparar entonces?

Fijando objetivos claros y medibles, que te permitan saber si tus políticas te acercan a su cumplimiento o sólo son meras buenas intenciones.

¿Dónde está el problema?

Obviamente hay estudios universitarios más solicitados por hombres y otros por mujeres. Inevitablemente esto genera cierto desequilibrio. Pero la elección de carrera muchas veces viene predeterminado por ciertos estereotipos que no se corresponden con la realidad, por ejemplo que el ingeniero informático es un friki y que debe ser hombre, que la enfermera deba ser una mujer como la doctora Grey,o que los estudiantes de ciencias son como en la serie «The Big Bang Theory».

¿Qué propone?

Es importante conseguir que exista equilibrio en los puestos altos de la organización. Es importante dar esa visibilidad ya que genera referentes de ambos sexos en todos los entornos. Hay que facilitar que tus obligaciones familiares no te impidan progresar profesionalmente, esto me permite reivindicar esa necesaria guardería en la Universidad, por ejemplo.

¿Le importa menos que haya departamentos infradotados de mujeres como ocurre en su centro, y que otros estén sobredotados?

Hay que tender a los dos valores, igualar parámetros de cantidad y calidad en los puestos de trabajo. Se consigue facilitando conciliación de la vida familiar y, por supuesto, haciendo ver a los futuros estudiantes lo absurdo de algunos estereotipos.

¿Le parece adecuado que se subraye en las convocatorias laborales que hay infradotación de algún sexo?

No me parece mal. El problema puede ser la falta de referentes en ambos sexos. Si en una titulación la gran mayoría de profesores o referentes son hombres, los que acabarán eligiendo dicha titulación serán hombres y las campañas puntuales no sirven, es más útil constituir referentes.

¿Comparte el apoyo laboral a la mujer, la discriminación positiva?

Es bueno que exista con limitaciones razonables, porque no puede ser que a uno muy bueno de un sexo le pase por delante otro peor. A currículos equivalentes puede ser interesante que prime esa tendencia a la igualdad, pero es fundamental la creación de referentes. En mi departamento, con mayoría de hombres, la directora y subdirectora son mujeres y a nadie nos extraña lo más mínimo.

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