Después de dos años estudiando y trabajando en China y Panamá, Tamara Céspedes ha decidido regresar a su Alicante natal. Pese a trabajar para una constructora importante, esta ingeniera civil ha decidido retornar aun sin tener empleo. «El trabajo empezó a ser monótono y mi capacidad de adaptación no fue la esperada». Reconoce que emigrar es duro, sobre todo cuando se trata de culturas muy distintas a la española. «Echaba de menos a mi familia y amigos. Conoces a gente, pero están como tú, de paso y no llegan a ser de tu círculo». Ahora se siente como extranjera en su país. «Yo no soy la misma, pero España sigue igual».