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La violencia escolar aumenta un 30% en cinco años

Educación introduce la responsabilidad docente de detectar maltrato infantil y violencia de género

La violencia escolar aumenta un 30% en cinco años

La violencia entre las alumnas ha irrumpido con fuerza en las aulas en los últimos cinco años, con un repunte de hasta el 30% de este tipo de casos. Así lo pusieron ayer de manifesto inspectoras de Educación responsables de la aplicación del Plan de Prevención de la Violencia Escolar (PREVI), con su intervención sobre «Convivencia escolar en la Comunidad Valenciana», en el marco de las V Jornadas municipales sobre absentismo escolar organizadas por la concejalía de Educación.

«Tenemos muchos actos violentos en las aulas con irrupción de las chicas, peleas y agresiones ente ellas», precisó la orientadora del Previ, Carmen Fernández. «Todo lo que ocurra fuera del entorno escolar se implementa en la escuela» y hay que estar alerta, insistió.

Por ello Educación acaba de incorporar una nueva responsabilidad docente en los protocolos de actuación para la convivencia en las aulas: detectar tanto el maltrato infantil como los casos de violencia de género, pese a que se trata de situaciones externasdetectar tanto el maltrato infantil como los casos de violencia de género.

«El centro educativo es un referente importante y el maltrato infantil -que frecuentemente procede de la familia- debe ser detectado, para que el alumno pueda salir de esas situaciones actuando mediante procedimientos de urgencia que incluyen a los centros de salud», subrayó a su vez la inspectora coordinadora del Previ, Blanca Torregrosa.

Alerta

Ambas expertas en la intervención sobre casos de violencia en las aulas, instaron al profesorado que abarrotaba el salón de actos del colegio La Aneja a visualizar cualquier situación de riesgo para el alumno y protegerlos con la aplicación de los protocolos que acaban, en los casos más graves, con la denuncia ante Fiscalía.

«Al igual que el acoso escolar, la violencia de género es un problema social que está creciendo de manera alarmante», afirmaron.

Nadie mejor que el docente para medir la temperatura del clima social en el aula, pero, como señalan las inspectoras, «hay que ponerse las gafas de aumento» para visualizar correctamente las situaciones de acoso.

Se percibirán así posibles relaciones de sumisión, de miedo y perfiles de liderazgo negativo. Alertan por último sobre la necesidad de erradicar creencias irracionales del tipo «es cosa de críos», «lo provoca él» o «le hará madurar»; o bien de evitar la búsqueda de diferencias como forma de responsabilizar al que es acosado: «Hay que saber hacer las entrevistas -dijeron- y hace falta tiempo y horarios para dedicarlos al aula de convivencia». Ahí es nada a tenor de la carga de horarios que soportan los docentes.

Formación

El encuentro se ha cerrado con una mesa redonda moderada por la edil de Educación, en la que han intervenido la fiscal de Menores de Alicante, Margarita Campos; el inspector de Policía Nacional , José Tirado; el educador del Programa de Medidas Judiciales de Menores en Medio Abierto, Juan Font; y el educador social y Mediador familiar, Pascual Berenguer. Todos ellos apostaron por la formación y la sensibilización frente al acoso escolar.

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