El Cementerio Municipal Nuestra Señora del Remedio de Alicante aspira a ser un parque más de Alicante. En el día de mayor afluencia del año, el de Todos los Santos, el camposanto alicantino está a rebosar y la plantilla al cien por cien. La concejal Gloria Vara pasó el día de ayer en el cementerio junto a los trabajadores y destaca que el patrimonio arquitectónico y lo cuidado de su jardinería permitirían convertirlo en una zona más de esparcimiento de Alicante. ¿Por qué no? De hecho, el Ayuntamiento está empeñado en que así sea. «Es muy bonito y es agradable pasear por aquí».

La concejal de Infraestructuras y Mantenimiento explica que, por su patrimonio cultural, el camposanto debe de pertenecer a la Red Europea de Cementerios. Y añade que una de las aspiraciones es «que esté abierto» y asegura que esta línea es una de sus prioridades de trabajo. Afirma que el Consistorio ya ha iniciado los trámites administrativos para pertenecer a esta red de cementerios que pasan en primer lugar por elaborar el catálogo del patrimonio histórico con el que cuenta el lugar y continuar el trámite, para el que se da seis meses. Otra de las aspiraciones municipales es iniciar una serie de visitas guiadas al camposanto, donde el ilustre Miguel Hernández tenía ayer su tumba repleta de flores. Como anécdota para reforzar su aspiración de convertir el cementerio en un parque para los alicantinos, Vara explica que en las últimas semanas un joven se coloca en un banco, con una mesa plegable y rodeado de libros de derecho. «La funcionaria le preguntó por curiosidad que qué hacía y le contestó que preparando las oposiciones de notario y que es un sitio en el que encuentra mucha paz».

Una treintena de atenciones

Desde el viernes ha estado en marcha un dispositivo de seguridad y vigilancia de Policía Local y Protección Civil con un hospital de campaña frente a la puerta principal del cementerio y cuatro ambulancias. El responsable de Protección Civil en este operativo, Raúl Alberola, destaca la tranquilidad con la que se ha desarrollado el fin de semana. Una treintena de intervenciones, veinte de ellas ayer, sobre todo por mareos y también contusiones provocadas por caídas tras la ligera lluvia que cayó entorno a las doce de la mañana, conforman el balance de la actuación de los voluntarios.

Las floristerías del entorno del camposanto mantuvieron sus puestos abiertos durante todo el día, ya que el goteo de visitantes fue incesante. También los vendedores de cupones y de lotería aprovecharon para vender entre los miles de visitantes. Uno de los momentos de mayor afluencia coincidía con las doce de la mañana cuando el obispo de la diócesis Orihuela-Alicante, Jesús Murgui, ofició la misa del Día de Todos los Santos.

Hoy se celebra el Día de Difuntos y el cementerio espera también gran afluencia, aunque no tanta como la del fin de semana. La coincidencia en domingo del día clave ha permitido visitas escalonadas al camposanto en el que trabajan 10 funcionarios, ocho operarios de la contrata, tres jardineros y cinco enterradores.

Según la estadística, el cementerio de Alicante tiene una media de un entierro y medio al día.