La multinacional del mueble Ikea sólo se plantea abrir una tienda en Alicante si es en el barrio de Rabasa y con el centro comercial inicialmente previsto, por lo que no baraja ninguna otra posible ubicación alternativa en la provincia.

Así lo ha asegurado hoy en Alicante la directora de Expansión de Ikea en España, Asunta Enrile, en un encuentro con varios medios de comunicación en el que ha explicado que espera "claridad" de las administraciones, en referencia especialmente del ayuntamiento, para saber lo antes posible si se da luz verde o no a este proyecto en Rabasa.

"No pensamos en otro lugar ni en otro proyecto: Ikea en Rabasa y con el proyecto que tenemos definido", ha sostenido Enrile, quien pide a las autoridades celeridad en "clarificar" la situación.

Ha insistido en que Ikea sigue apostando por abrir su tienda en Rabasa con el centro comercial adyacente proyectado en el contrato firmado en 2009 y luego incluido en la Actuación Territorial Estratégica (ATE), y ha argumentado que se trata de un emplazamiento idóneo por su situación geográfica, buena comunicación con la autovía A-7 y su "visibilidad".

En Rabasa, Ikea construiría una de sus mayores tiendas, de hasta 42.000 metros cuadrados y con una plantilla de entre 400 y 500 trabajadores, que contaría con un centro comercial anexo (construido y gestionado por una sociedad de la propia multinacional) de entre 82.000 y 83.000.

Pero para levantar dicho proyecto, el promotor y las administraciones tienen que colaborar para desarrollar el suelo y preparar la parcela.

"El proyecto se ha dilatado mucho y necesitamos claridad de la Administración. No nos planteamos otros sitios ni estudiamos ninguna otra alternativa", ha insistido Enrile, quien ha repetido que las negociaciones ya se han dilatado demasiado tiempo.

"Queremos que se valide la ATE porque es nuestro proyecto", ha abundado en torno al proyecto presentado por la promotora, Alicante Avanza, vinculada a Enrique Ortiz, que prevé una inversión de 250 millones de euros para un proyecto que contempla la creación de unos 4.000 empleos (entre directos e indirectos).

Ikea considera que estas previsiones económicas, unidas a la riqueza que generaría a la ciudad este área comercial (por la llegada de visitantes y generación de tasas e impuestos en el municipio), es motivo suficiente para que la administración local impulse el proyecto.

Enrile ha comentado que, por lo sucedido en los dos proyectos similares que ya existen, en Valladolid y Jerez, alrededor del 33 por ciento de la superficie del centro comercial podría ser ocupada por el pequeño comercio, lo que reflejaría la "convivencia y complementariedad" con las grandes tiendas.

Ha explicado que Alicante es un mercado que "siempre ha gustado mucho" a Ikea y, a este respecto, ha relatado que en los últimos tres años la tienda que tienen abierta en Murcia ha facturado 100 millones de euros de clientes provenientes de la provincia alicantina -lo que se sabe por el código postal que proporcionan en el momento del pago-.

Los datos de que dispone Ikea apuntan que la futura tienda de Alicante atraería clientes de toda la provincia y de otras limítrofes, y una parte significativa del público serían los habitantes con segunda residencia en la zona.