El Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Sant Joan d'Alacant ha realizado, en colaboración con el Hospital General de Valencia, el primer estudio nacional acerca de los hábitos alimentarios en el desayuno de pacientes con síndrome coronario agudo (SCA), que ha sido publicado recientemente en la Revista Española de Cardiología (REC), según ha informado la Generalitat en un comunicado.

Según concluye este estudio, liderado por el cardiólogo Alberto Cordero, la mitad de los pacientes ingresados por síndrome coronario agudo no desayuna correctamente. "Hasta el momento se habían llevado a cabo investigaciones que evidenciaban malos hábitos alimentarios en la población española y, a través de estudios poblacionales, se sabe que entre un 10 y un 18 por ciento de la población general no desayuna", explica el doctor Cordero.

La omisión del desayuno se ha asociado en diversos estudios con una mayor prevalencia de factores de riesgo y una incidencia de infarto hasta un 27 por ciento superior con respecto a las personas que sí desayunan. "Sin embargo --ha apuntado Cordero--, esta investigación ha acotado la muestra y ha analizado cómo es el desayuno de los pacientes que ingresan por infarto en los hospitales y la incidencia directa que el desayuno tiene en el sistema cardiovascular".

Este estudio transversal analizó por primera vez los hábitos alimentarios en el desayuno de 181 pacientes ingresados por síndrome coronario agudo en los dos centros mencionados (Hospital Sant Joan d'Alacant y General de Valencia), durante el período comprendido entre febrero y julio de 2014. A todos se les realizó una encuesta de diez preguntas, relacionadas con el grado de adherencia a la dieta mediterránea (considerada la más beneficiosa para el sistema cardiovascular), así como el estilo de vida y una alimentación saludable.

Los datos de esta investigación revelan que 44 pacientes (un 24,3 por ciento) admitieron no desayunar habitualmente y 76 de ellos, lo que corresponde al 42 por ciento de la muestra, tenían un hábito incorrecto en el desayuno. Este patrón dietético inadecuado se asociaba a una mayor prevalencia de tabaquismo, más sedentarismo y síndrome coronario agudo con elevación del segmento ST (que hace referencia al conocido como infarto agudo de miocardio clásico), según el comunicado.

En este sentido, Cordero ha apuntado que el estudio ha evidenciado que los pacientes que no desayunan o que desayunan incorrectamente son más fumadores, tienen peores hábitos de vida (ya que son más sedentarios), y presentan un patrón alimentario más alejado de la dieta mediterránea porque "pican más entre horas", consumen más grasas y menos pescado. "Además, nuestros resultados coinciden con lo ya conocido de que las personas que fuman tienen hábitos nutricionales mucho menos favorables", ha destacado.

NECESIDAD DE UN DESAYUNO CORRECTO

Los resultados de este estudio llevan a los profesionales a resaltar la necesidad de realizar cada día un desayuno correcto, ya que es una de las principales ingestas del día, por estar precedida del período más largo de ayuno y reposo, considerándose la comida que más potencia la saciedad y que proporciona la ingesta calórica que el cuerpo necesita para su correcto funcionamiento.

La omisión del desayuno, según el estudio, provoca que el cuerpo active otras vías metabólicas y recurra a otras reservas de energía no adecuadas, liberando ácidos grasos depositados en el hígado y en los músculos, altamente tóxicos para la pared vascular y relacionados con la aparición de diabetes.

"Tras este periodo de descanso, el cuerpo está más preparado para absorber mayor cantidad de nutrientes. Por ello, y viendo los malos hábitos de los pacientes analizados en este estudio, es muy importante incidir en la educación de la población, tanto en los que presentan problemas cardiovasculares como los que no, para que adquieran el hábito de sentarse diez minutos cada día para desayunar", ha destacado el doctor.

El desayuno ideal debe contener líquido y estar acompañado de alimentos sólidos. Así, se considera un buen desayuno aquel que contiene los aportes nutricionales necesarios para el organismo, tales como proteínas e hidratos de carbono de absorción rápida (pan, cereales o galletas integrales), lácteos (leche, café con leche, té o yogurt), vitaminas (frutos secos y frutas) y fibra (pan integral, cereales, fruta).