La AP-7 por el litoral mediterráneo siempre ha sido de pago, a su paso por la Comunidad Valenciana y Cataluña, desde que en 1971, aún durante la dictadura franquista, se aprobara su concesión. Las sucesivas prórrogas perpetuarán esta situación hasta 2019. La alternativa ferroviaria, además, es la eterna asignatura pendiente. El Pacto de Murcia de 2001 preveía un corredor de alta velocidad de Castellón a Murcia. Si se hubiera ejecutado el tramo Castellón-Vandellòs ya se podría estar conectado a la frontera francesa. lAURA bALLESTER