El tripartito no responde. Siete meses después de que el Ayuntamiento de Alicante aprobara en pleno su traslado a Valencia -el documento está en la Conselleria de Vertebración del Territorio-, la Generalitat no ha dicho todavía ni pío sobre el plan urbanístico (OI2) a desarrollar en los terrenos liberados de vías en el tramo que conecta la estación-término del AVE y los alrededores de cementerio.
La previsión contempla una gran zona verde de 160.000 m2 que debe incluir un parque, cerca de 1.700 viviendas y zonas de esparcimiento para los vecinos. Un ambicioso proyecto que se ha quedado, de momento, en el cajón por falta de presupuesto y de diligencia política debido a que, como sospechan los vecinos, el proyecto, pendiente desde hace años, no era del agrado de los actuales rectores del Consistorio, en especial del edil de Urbanismo, Miguel Ángel Pavón, que votó en contra el pasado 9 de marzo.
La Plataforma Renfe ha vuelto a pedir explicaciones, tanto al edil -no asistió ni a la inauguración de la conexión Ausó y Monzó del pasado 26 de septiembre por encontrarse enfermo- como al alcalde Gabriel Echávarri porque, según recuerda su portavoz, José María Hernández Mata, «necesitamos el desarrollo de esta zona deprimida urbanísticamente, que nos mantiene en la miseria urbana por la carencia de zonas verdes y las dotaciones cívico sociales y educativas proyectadas, además de mantenernos en la incomunicación casi total por la falta de viales de conexión con el resto de los barrios. No entendemos y menos compartimos el olvido en el que ha entrado el proyecto».
El desarrollo del OI2 es competencia de la sociedad Avant, de la que forman parte el Ayuntamiento y la Conselleria de Vertebración del Territorio, y el ejemplo de la inoperancia es que todavía no se ha cambiado la composición de los miembros del consejo de administración, tal como recordó hace una semana el edil Natxo Bellido a Javier Martínez-Barco, gerente de Avant.
La retirada de las vías de Ausó y Monzó tras la llegada del AVE a Alicante -hace ya dos años largos- representó el pistoletazo de salida para una de las grandes asignaturas pendientes ambientales que tiene el Ayuntamiento con los vecinos: la construcción de un gran parque urbano sobre todo el terreno liberado y desafectado para el uso ferroviario. La idea era buena pero la falta de presupuesto -no se han soterrado todas las vías porque se cayó del proyecto la estación intermodal- y el poco interés del tripartito por un proyecto que heredó del PP han aparcado la actuación que, por otro lado, se trata de ejecutar en un plazo no menor a los 10 años.
El plan contemplaba una gran zona verde que incluía el parque central; entre 1.500 y 1.700 viviendas, de las cuales un 30% serían VPO, con alturas de entre 8 y 17 plantas; y una gran torre de 20 pisos en la plaza de la Estrella, que se pretendía convertir en un icono arquitectónico de la ciudad mirando hacia el edificio del Tryp Gran Sol, y que pueda acoger un hotel como epicentro de la infraestructura terciaria que potencie el entorno de la estación del AVE. Estas son las principales actuaciones que diseñaron los técnicos de Avant para aprovechar los terrenos (468.000 m2) que debían quedar libres tras el soterramiento de las vías de los trenes de cercanías en su acceso a Alicante. Al final, sin embargo, tampoco se ha retirado toda la playa de vías, ya que Adif mantiene un tramo por el que circula una vagoneta para sacar materiales del Administrador Ferroviario.
El plan urbanizador tiene un coste aproximado de 40 millones de euros y un plazo de ejecución, en fases, que se prolongará unos diez o doce años. La intención de Avant (2014) era comenzar las primeras reparcelaciones a finales de 2016, pero no se ha movido una hoja. El proyecto para urbanizar los terrenos liberados de las vías del tren se desarrollaba sobre una superficie total de 468.000 metros cuadrados, de los que 220.000 serán de techo residencial (24.000 m2) para las viviendas; 160.000 m2 para zonas verdes y 68.000 m2 para la estación intermodal. Dotación, ésta última, que nadie sabe cuando se podrá realizar, ya que depende de los fondos del Ministerio de Fomento.
