El bebé está más tranquilo y la madre tiene más libertad de movimientos. Son algunas de las ventajas del porteo o lo que es lo mismo, llevar al bebé recogido con mochilas o pañuelos y lo más pegado posible a la madre o al padre. Una moda que está en auge, aunque las madres de antes del siglo XX no conocían otra manera de llevar a los niños teniendo en cuenta que el cochecito es un invento de comienzos de ese siglo. El Hospital General de Alicante ofreció ayer un taller, a cargo de las voluntarias de la Asociación prolactancia materna y crianza respetuosa de Alicante (Lactalicante), para enseñar a las madres las diferentes técnicas que existen para portear a los niños y, de paso, desterrar mitos.
«No es cierto que los niños que están acostumbrados a ir en brazos sean menos independientes. Es todo lo contrario, tienen mucha más seguridad y cuando comienzan andar enseguida quieren ir solos para descubrir el mundo», señalan Susana García, Amaya Zarate y Ana Miró, de la asociación prolactancia.
Y en cuanto a las ventajas, muchas. «Como mejor termina de madurar un recién nacido es en contacto físico con su madre. Son bebés que además lloran menos, tienen menos molestias y menos cólicos. El calor corporal y el sonido del corazón les relaja mucho porque es el ambiente más parecido al útero de la madre».
Actualmente, existen muchas modalidades de porteo, desde las clásicas mochilas a las bandoleras o fulares elásticos, una moda importada de países de Sudamérica, «donde en esto nos llevan años de ventaja». Aunque padres y madres se han apuntado a esta moda, a ellos les gusta más la mochila porque es más rápida de colocar «y porque no acaban de aceptar mucho eso de ponerse pañuelos», explican las voluntarias de Lactalicante. Sin embargo el fular, «es lo que mejor reparte el peso del niño porque son muchos metros de tela que se van desplegando», algo muy aconsejable cuando se sufren problemas de espalada.
En cuanto a las edades a las que se puede empezar a portear al bebé, las voluntarias de Lactalicante señalan que desde el primer día se puede llevar así al bebé, mientras que no existe una edad limite. «Hasta que sea el propio niño el que diga que no, algo que suele ocurrir cuando comienza a caminar». Eso sí, dependiendo de la edad del crío, la postura varía. Para los recién nacidos, «lo más adecuado es llevarlos acunados». Conforme va creciendo, «pueden ir sentados, con la postura en forma de rana, de frente, a la cadera, detrás...». Aunque hay determinadas posturas que no son recomendables. «No aconsejamos que cuando vaya en la zona de pecho el niño mire hacia delante porque la postura no respeta la ergonomía de su espalda y además, los bebés, ante un exceso de estimulación, no son capaces de desconectar, por lo que pueden acabar sobreexcitados».
También es importante «controlar que las piernas siempre están en un ángulo de 90 grados y no colgando para evitar daños en la cadera del niño».
Aunque pueda parecer difícil colocarse un fular y después meter al niño en él, gracias a internet «es muy sencillo encontrar tutoriales en los que se explica cómo hacerlo». Después es cuestión de sentido común. «Siempre hay que vigilar que la cara no esté tapada y así evitar accidentes». Más de un centenar de madres, padres y embarazadas acudieron ayer a la jornada organizada por la Comisión de Lactancia del Hospital General de Alicante con motivo de la de la Semana Mundial de la Lactancia Materna.
El objetivo de este encuentro se centró en acercar a las mujeres la importancia de la lactancia materna así como enseñar que, en la medida de lo posible, se puede integrar en la vida cotidiana. De esta forma, matronas, ginecólogos y demás personal sanitario implicado en el binomio madre-hijo ofrecieron su ayuda para aclarar cualquier duda al respecto. Además del taller de porteo, matronas del hospital enseñaron a las mujeres las distintas posturas que existen para la lactancia materna. «Existen muchas y muy variadas y todas tienen su por qué pero en todas el objetivo principal es hacer de la lactancia materna una experiencia positiva para el bebé y la madre», explicaron las matronas del taller a las presentes.
