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Las autoescuelas, contra la huelga de los examinadores

Un caravana de vehículos recorre las calles de Alicante para exigir un acuerdo a Tráfico

Caravana de protesta formada ayer por coches de autoescuelas a su paso por la calle donde se ubica la Jefatura Provincial de Tráfico en Alicante. Pilar Cortés

La huelga indefinida del colectivo de examinadores de Tráfico que arrancó hace tres semanas en toda España volvió a dejar ayer sin examinarse a más de cien alumnos en la provincia, afectados por los paros a los que están llamados los 24 profesionales de la Dirección General de Tráfico en Alicante. Secundó el paro, parcial pero indefinido, la mayor parte de la plantilla entre las 12 de la mañana y las 15 horas.

Decisión que acabó con la paciencia de alumnos y autoescuelas, que, tras sufrir el duodécimo día lectivo y consecutivo de paros, optaron por manifestarse de forma pacífica por las calles de Alicante en un caravana que llegó a reunir cerca de veinte vehículos.

Desde que comenzaron los partos indefinidos el pasado 14 de septiembre se han visto afectadas alrededor de 1.200 personas y la incertidumbre es absoluta, hasta el punto de que muchos aspirantes a obtener el carne de conducir, la mayoría universitarios, han decidido aplazar la realización de la prueba de conducción hasta el verano, cuando finalice el curso.

El motivo no es otro que las universidades se niegan a aceptar más justificantes de las autoescuelas, según apuntó ayer a este periódico una alumna de Fisioterapia de la Universidad de Alicante -declinó dar su nombre por miedo a las represalias de los examinadores-, que ha visto como en su facultad le han advertido que no le aceptan más justificantes, recordándole, además, que sólo se permiten tres a lo largo de todo el curso. Ayer tampoco pudo desplazarse hasta Alicante una alumna alicantina de la Universidad de Valencia por la incertidumbre que supone acudir a una prueba si tener garantías de que va a poder realizarse y también por la negativa a aceptarle justificantes.

Por su parte, la Dirección General de Tráfico y el colectivo de examinadores siguen sin llegar a un acuerdo y las posiciones están cada día más distanciadas. Los profesionales exigen un aumento de la plantilla y el cobro de un complemento específico debido a que su trabajo, en la calle, no es el mismo que, por ejemplo, el de otros funcionarios en la oficina.

Una actividad, la suya, expuesta, por otro lado, a riesgos como alguna reacción de los suspendidos, que deriva en muchos casos en agresiones. Los examinadores reclaman también a la Administración que consolide el carácter público del proceso de evaluación de los alumnos que aspiran a sacarse el carnet de conducir. Los profesionales sospechan que tras la negativa de la Administración a sentarse a negociar pueda estar el objetivo de privatizar la actividad.

La jornada de huelga de ayer volvió a dejar a más de cien alumnos alicantinos sin poder realizar la prueba generando tensión y situaciones de desamparo entre los alumnos. En Alicante, más de 200 alumnos aspiran a sacarse el permiso de circulación todos los días y el paro está provocando ya situaciones de mucha tensión, tanto entre los alumnos como entre las autoescuelas y los propios examinadores, enfrentados, a su vez, con los responsables de Tráfico, con la que los sindicatos convocantes no mantienen contacto. La paciencia tiene un límite y cada jornada hay más tensión.

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