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Los regantes ignoran a los agricultores valencianos y piden amparo al Gobierno

El sector agrario de la provincia exigirá en la reunión que mantiene hoy en el Ministerio con el secretario de Medio Ambiente el trasvase de Alarcón a Alicante como se había pactado a cuatro bandas

Un agricultor del campo de Elche abre una de las compuertas para regar su tierra. sergio ferrández

El eterno problema del agua en Alicante tiene solución. Los regantes alicantinos lo tienen muy claro y hoy se lo van a manifestar al secretario de Estado de Medio Ambiente, Pablo Saavedra, con quien se van a reunir. La entrevista ya estaba concertada, pero ahora tiene aún más motivo tras el varapalo que ha supuesto el hecho de que los regantes valencianos acaben de rechazar el trasvase desde el embalse de Alarcón que habían acordado antes de las elecciones celebradas el 24 de mayo.

Para justificar su oposición, los regantes del Júcar se escudan en informes técnicos que afirman que el río no tiene suficientes recursos para atender las necesidades de Alicante. Pero los agricultores alicantinos creen que «esos datos técnicos no son como dicen, se falta a la verdad. Aún así, no vamos a entrar en debates estériles con quien no tiene capacidad de decidir. La tiene el Ministerio de Agricultura, el Gobierno de España», afirma tajante el presidente de la Junta Central de Usuarios del Trasvase Júcar-Vinalopó, Andrés Martínez.

«Nulo apoyo de la Generalitat»

Los regantes consideran que la decisión de trasvasar agua a Alicante no es una cuestión que dependa de la opinión de una comunidad autónoma, en referencia a lo que consideran un nulo apoyo a los intereses alicantinos del gobierno de la Generalitat, y mucho menos de regantes de otra Comunidad.

Insisten que es el Gobierno de España el que tiene la palabra, y es a quien van a reclamar. Piden que se atienda a Alicante como se merece y creen que hay agua de sobra para trasvasar. «Ese no es el problema real», afirma Martínez. «En este país, quien tiene la competencia de romper o no un acuerdo es el Estado español», agrega en referencia a la ruptura por parte de los regantes valencianos del compromiso alcanzado antes de mayo pasado; y añade que en la reunión de hoy «vamos a defender lo que entendemos de justicia para la provincia de Alicante, porque no se puede sostener un déficit de 160 hectómetros cúbicos sólo en el Júcar-Vinalopó ya que estamos en el siglo XXI y no en el XIV y de esta situación depende más de un millón de habitantes y 52.000 hectáreas».

Y sin entrar en más detalles, este interlocutor afirma que los regantes alicantinos «entendemos que los fines que persiguen los valencianos puede ser otros y no los problemas del agua».

Por su parte, el presidente de la Comunidad de Riesgos de Levante, Ángel Urbina, confesaba haber recibido «con tristeza» la marcha atrás de los regantes valencianos a trasvasar 12 hectómetros cúbicos desde Alarcón a Alicante. Apenas tres eran para el riego, la mayoría se destinaban al consumo humano.

«Estos señores una vez más se creen los amos de las aguas y no puede ser», expone Urbina sobre los regantes valencianos, quien lamenta además que en un tema «tan delicado» no encuentren el apoyo de la Generalitat. «Si no nos apoyan no somos Comunidad», manifiesta Urbina, quien añade: «Lanzo un reto a los dirigentes y regantes del Júcar, para que sean sensibles y cumplan los compromisos».

Urbina confía en que el Ministerio sea quien «solucione un tema tan importante. Aquí no tenemos agua y cada vez viene más gente y tenemos una agricultura intensiva de primar calidad, por lo que hay que tener responsabilidad con el sector agrícola, pero también con los habitantes de esta provincia y con el turismo».

«Despreciados por los políticos»

Los regantes alicantinos pelean por la toma de Cortes de Pallás para el trasvase Júcar-Vinalopó y lamentan que el del Azud de la Marquesa sale muy caro.

«Nos sentimos despreciados por los políticos, hubo voluntad con Císcar, pero qué podemos esperar si la consellera de Agricultura dice que no falta agua para regar», lamenta Urbina.

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