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El Hospital General cierra parte de la UCI por una fuga de agua

La Unidad de Cuidados Intermedios permanecerá sin uso una semana para evitar infecciones

El Hospital General cierra parte de la UCI por una fuga de agua

Una nueva avería en la red de tuberías del Hospital General de Alicante ha obligado a cerrar la denominada Unidad de Cuidados Intermedios (CIME). En este área, vinculada al servicio de la UCI del Hospital General, ingresan aquellos pacientes que aún estando en situación crítica su estado no es tan grave como para ingresar en la UCI, pero tampoco pueden permanecer en planta porque su cuidado supone una gran carga para el personal de enfermería.

Teniendo en cuenta que cada día de ingreso en una Unidad de Cuidado Intermedios ronda los 819 euros, el cierre de una CIME durante nueve días supone el desaprovechamiento de unos recursos por valor de más de 51.000 euros.

La avería se produjo el viernes y llenó de agua las dependencias comunes de la CIME, sin llegar a afectar a los boxes en los que estaban los pacientes, según explicaron ayer desde los sindicatos UGT y Satse en el centro sanitario. Sin embargo, como medida de seguridad, los siete enfermos que en ese momento estaban ingresados fueron trasladados en un principio a la unidad de despertar y de ahí a otras zonas del hospital. En concreto, precisaron ayer desde la Gerencia, cuatro fueron trasladados a hospitalización, porque esta prevista su alta inminente, y los tres restantes fueron trasladados a un box de la UCI.

La Unidad de Cuidados Intermedios permanecerá cerrada hasta el próximo lunes, según señalaron ayer desde la dirección del hospital. «El servicio de preventiva ha recomendado que permanezca vacía hasta que el agua se haya secado del todo para evitar la proliferación de hongos que puedan afectar a los enfermos», añadieron desde el Satse. La dirección del hospital aprovechará esta situación para «realizar al revisión anual del sistema de climatización de la CIME, que obliga a vaciar la unidad».

Desde CC OO y UGT recuerdan que la del viernes es la enésima avería que sufre el sistema de conducción de agua del hospital y achacan el problema a la poca inversión en mantenimiento y a la mala calidad de las piezas con las que se reparan las averías. «Los codos que se utilizan son muy baratos y en cuanto las cañerías tienen un poco más de presión de lo habitual, revientan», explicaba ayer Francisco Tévar, de CC OO. En la misma noche del viernes hubo otras dos fugas en Urgencias de Pediatría y en uno de los quirófanos.

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