El Ministerio de Cultura ha abierto una vía para que la Torre Placia sea trasladada piedra a piedra a un solar cercano a su actual emplazamiento y de esta forma salvar las cerca de doce viviendas que se construyeron demasiado cerca de este Bien de Interés Cultural. El Ministerio de Cultura publicó ayer en el Boletín Oficial del Estado la apertura de un expediente para llevar a cabo el traslado de la torre a una parcela ubicada entre las calles Juana Francés y las avenidas Pintor Pérezgil y Conrado Albadalejo. Ahora se abre un periodo de alegaciones para que todas las partes implicadas presenten sus objeciones y el Gobierno decida si finalmente autoriza el cambio de ubicación. Cabe recordar que sobre las viviendas pesa una sentencia del TSJ de 2004 obligando al derribo de todas las casas que estén en un radio de 25 metros desde este monumento. En un intento de frenar la demolición, el anterior Ayuntamiento abrió otra vía para adquirir la torre y trasladarla, para lo que encargó sendos informes a las universidades de Alicante y CEU-Cardenal Herrera. Estudios que son favorables a este traslado. Sin embargo, esta opción debe de contar con el visto bueno del ministerio, al tratarse de un elemento protegido.
Aunque el proceso todavía es largo, desde Urbanismo admiten que el paso dado ayer por el Ministerio de Cultura es importante de cara a la conservación final de las casas. «El ministerio podía haber dicho que se oponía al cambio de ubicación, pero en su lugar lo ha sacado a exposición pública y lo somete a un periodo de alegaciones, teniendo en cuenta que al principio hubo un informe negativo», señaló ayer el edil de Urbanismo, Miguel Ángel Pavón.
Aunque nada más tomar posesión de su cargo Pavón abogaba por el derribo de las viviendas, ayer señaló que la postura del Ayuntamiento a partir de este momento «se consensuará entre los tres grupos del equipo de Gobierno». El edil de Urbanismo admite que el derribo de las viviendas es mucho más elevado que el traslado de la torre. Según estimaciones del Consistorio, la indemnización a las familias afectadas, los costes de la demolición de las casas y las obras que habría que hacer en la urbanización pueden llegar a sumar hasta 8 millones de euros. «Trasladar la torre supondría la mitad de dinero», señaló ayer Pavón. En este sentido, la parcela a la que se quiere trasladar la torre es propiedad municipal, lo que abarataría mucho los costes. Pero el dinero no es el único requisito a tener en cuenta. Para Pavón «habría que valorar otros factores, como el trastorno que supone para las familias y el desarraigo de una zona en la que llevan años viviendo. No me gusta la opción del traslado, pero entiendo el drama que supone para las familias», añade el líder de Guanyar.
En la resolución publicada ayer, el Ministerio de Cultura valora que la parcela a la que se quiere trasladar la torre, de 25.750 metros cuadrados, «está situada sobre el antiguo trazado de uno de los caminos de la Huerta sobre el que se construyó Torre Placia». Su emplazamiento «permite además la intervisibilidad con las torres Juana y Bosch». Además, «la extensión de la parcela permite disponer de un espacio anejo a la torre para conformar un nuevo entorno que constituya un marco paisajístico adecuado a su significación histórica».
