«Ya han dicho a los trabajadores que las multas...a ver qué hacen. Las multas son a la empresa por incumplimientos empresariales. Si repercuten un solo euro de una sanción al trabajador para que la paguen ellos de su salario, nos van a tener enfrente». Ésta fue la advertencia que el alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, hizo ayer a la empresa de la limpieza de la ciudad, tras reconocer que tiene sospechas e indicios de que la UTE pretende repercutir sobre la plantilla las sanciones que el Ayuntamiento ha empezado a tramitar contra la adjudicataria del servicio por incumplimientos. Según confirmó el edil de Limpieza a este diario, han puesto ya dos a la UTE por 1.600 euros, que son firmes, y otras tres están en trámite.

«Estamos imponiendo sanciones por incumplimientos a la empresa. Que no se les ocurra repercutir el importe en los trabajadores porque no son incumplimientos de los empleados sino de la empresa y ahí nos vamos a poner muy serios. Que no paguen las multas los trabajadores», dijo Echávarri, en un nuevo capítulo de la guerra abierta entre el tripartito y la adjudicataria del servicio, especialmente con el empresario Enrique Ortiz, que participa en dos de las mercantiles que integran la UTE, Inusa y Cívica. El primer edil ha acusado esta misma semana al empresario alicantino de desafiar a Alicante pidiendo más dinero a cambio de que la ciudad no esté sucia.

«Tenemos un listado muy alto de incumplimientos empresariales. Que se no se les ocurra repercutir las multas, insisto, en el salario de los trabajadores. Sólo digo que no lo hagan y espero que no lo hayan hecho».

El tripartito, que se reunirá el próximo miércoles con la UTE, le pedirá por escrito que el Ayuntamiento esté presente en las comisiones de seguimiento del servicio, y de salud, «donde no estamos, y donde se deciden muchas cosas con una mayoría empresarial». Echávarri dijo que no tiene inconveniente en que la oposición acuda a la reunión del miércoles, y el PP asistirá si se les invita formalmente, como anunciaron ayer.