Cifuentes, criticado por su reunión privada con Ikea, dice sentirse «apartado» en las negociaciones del tripartito con la multinacional y cree que no actuó con deslealtad.
El portavoz de Ciudadanos asegura haberse visto «aparatado» en las negociaciones con Ikea pese a haberse reunido con ellos tras el desplante al equipo de gobierno. Algo que no ve como una deslealtad. «No sabía ni que se reunían con Ikea ni lo que había pasado, me enteré poco antes de entrar a la reunión» con la multinacional, dice Cifuentes, quien apunta que, de haberlo sabido, también hubiera asistido. «No vamos a ir a meter el dedo, queremos el bien para la ciudad; que venga Ikea, pero no a cualquier precio». Para Cifuentes el equipo de gobierno «se ha conjuntado de forma artificial y eso crea problemas». Sobre sus iniciativas, destaca la denuncia por los tuits de la edil Marisol Moreno. En cuanto al papel que pueda jugar Ciudadanos en el Ayuntamiento tras las Generales respondió: «Si yo fuera adivino, haría quinielas. Seguir haciendo una oposición constructiva».
