Dice sentirse «satisfecho» con los objetivos cumplidos en los primeros cien días de gobierno, asegura estar «maniatado» por el rescate y augura «más de cuatro años» de futuro del tripartito.
El alcalde, Gabriel Echávarri, sostiene que los primeros cien días de gobierno han servido para «sentar las bases de un cambio radical en la ciudad, tanto en el fondo como en las formas», algo «difícil» porque, esgrime, «no teníamos bases para asentar los pilares». Afirma que el gobierno local se siente «maniatado» por las condiciones del rescate para adoptar medidas como la municipalización de contratas porque, agrega, «algunos vendieron nuestra soberanía por un puñado de euros». Con todo, considera que hay «un cumplimiento muy alto» de los compromisos adoptados para los primeros cien días y que «el día 101 seguiremos trabajando».
En cuanto al proyecto de Ikea y las consecuencias que podría conllevar su marcha si no cede en la reducción del macrocentro, Echávarri incide en que «si Ikea se va, el único responsable será el PP». Al respecto agrega: «Si Ikea se va, el sol va a seguir saliendo en esta ciudad». Defiende la política de su socio de gobierno en los veladores e incide en que «quien lo tenga todo en regla, no tiene qué tener miedo». Al tripartito le deparan «más de cuatro años» porque, asegura, «estamos haciendo un proyecto de más de una legislatura». El alcalde afirma que «no contempla cambios» en la esfera municipal tras las Generales.
