El retraso en el inicio de las ventas del programa del turismo de la tercera edad amenaza con provocar la pérdida de unos 90.000 turistas esta temporada, debido a que los primeros grupos de pensionistas españoles no llegarán hasta enero, según advirtió el viernes Antonio Mayor, presidente de Hosbec. El motivo es el tiempo que pasa desde la venta de los paquetes a la llegada de los grupos, ya que oscila entre las dos y las tres semanas, con lo que se pueden perder tres meses hasta tener resuelta la nueva adjudicación. Lo normal hubiera sido que los hoteles reciban a los turistas la primera semana de octubre, porque el programa finaliza en abril y no hay prórrogas. Y todo pese a que este año el Gobierno ha recuperado diez mil de las 180.000 plazas que eliminó en 2013.
La patronal Hosbec recuerda otros precedentes negativos como en 2012, cuando las ventas comenzaron en las agencias entre el 3 y 10 de noviembre debido al retraso que originó la revisión de los Presupuestos Generales del Estado, que implicó un recorte del 34% para los viajes del Imserso. Y en 2011 las ventas se iniciaron entre el 8 y 19 de octubre debido a que ese año -como este 2015- coincidió con el concurso para adjudicar su gestión, cuya licitación se retrasó. Por las experiencias anteriores «estas circunstancias ya deberían haber sido tomadas en cuenta para evitar que se vuelvan a producir», denuncian que trabajan en el programa Imserso.
Lo cierto es que el turismo del Imserso genera opiniones encontradas en el sector empresarial de la Costa Blanca y ha pasado por muchas etapas. En los primeros años fue insustituible, en la época dorada de la economía española llegó a «sobrar» debido a los bajos precios, y desde la explosión de la burbuja inmobiliaria ha vuelto a ser estratégico para muchos hoteles pequeños o familiares, porque asegura actividad en la temporada baja turística y con ello el mantenimiento de miles de puestos de trabajo.
No obstante, lo que nadie niega en la Costa Blanca es que el modelo está agotado a los precios que paga el Gobierno a los hotelerosel modelo está agotado . Apenas 20 euros, los mismos que hace diez años, por turista y día. La patronal hotelera protesta año tras año y, sobre todo, cuando toca renovar el programa pero los responsables del Ministerio, tanto con el PSOE como con el PP, siempre han mirado para otro lado.
Y es que a los hoteleros alicantinos que trabajan con los clientes del Imserso ya no les salen las cuentas. Casi 30 años después de que el Gobierno de Felipe González lanzara un plan social para evitar la concentración de la temporada turística en los meses de verano, y, además, democratizar las vacaciones facilitando que las personas mayores con pocos recursos tuvieran acceso a viajes o, incluso, a conocer el mar por primera vez, el sistema no resiste la subida de los costes.
Desde 2004 los precios no se han actualizado y los empresarios alertan de que ya no pueden soportar la carga que supone el alojamiento de estos clientes. Una tarifa de 20 euros que incluye el alojamiento, tres comidas al día, animación, servicio médico y fiesta de despedida. Precio que, a día de hoy, ya no da para mantener ni plantillas ni hoteles abiertos en invierno, según advierten fuentes de la patronal hotelera, que no descartan que la falta de renta de este tipo de turismo aboque al final a los hoteles a tener que cerrar en invierno, lo que provocaría el despido de cientos de trabajadores, sobre todo en Benidorm. «No podemos seguir como estamos porque al final el hotelero es el único que pierde dinero», apuntaba esta semana un veterano empresario para el que los jubilados del Imserso son vitales.
Pese a todo, sesenta hoteles abiertos y 16.000 empleos en temporada baja en la provincia (hasta 18.000 según datos de ayer del presidente de la Generalitat Ximo Puig). Esta es la sinergia positiva del programa de vacaciones sociales del Imserso a Mundosenior, la unión de empresas formada por Viajes Halcón y Viajes Barceló, que, en principio, debía gestionar los viajes hasta 2017. El vienes todo saltó por los aires con el fallo del Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales, que anuló la adjudicación dando la razón al grupo Mundiplan, integrado por Iberia, Alsa y Gowaii. El tribunal ha ordenado que se vuelvan a valorar las ofertas, lo que puede añadir aún más retraso al inicio del programa. Mundosenior había ganado los tres lotes (costas peninsulares, Canarias y Baleares, e interior), que se licitaban en este concurso, al que optaban también Mundiplan, la ute integrada, entre otras, por Iberia, Alsa y Gowaii.
Su oferta había sido, según el Gobierno, la más ventajosa económicamente para cada lote de las tres presentadas, a pesar de que, cuando a primeros de abril se abrieron las propuestas económicas, la de Mundiplan suponía el mayor descuento, del 4,08%, frente a rebajas del 2,67% por parte de Mundosenior y del 1,79 % de Logitravel. El valor estimado del contrato por un periodo de dos años se sitúa en unos 550 millones de euros, sin incluir el IVA.
El programa, al margen de los recursos, ofrece en España 41.334 plazas más que este año (casi un 4,3% más), hasta las 938.000 por edición, susceptibles de ser ampliadas. En la temporada 2013-2014 se mantuvo el mismo número que en la edición anterior (900.000) cuando sufrió un recorte de 200.000. Las nuevas plazas se han distribuido en tres lotes: el primero, con 10.665 abarca la oferta de costa peninsular; el segundo, con 3.041 plazas, se centra en la costa insular (Baleares y Canarias); y el tercero, con 27.628 plazas, en turismo interior.
El presupuesto para financiar el programa, que cumplirá 30 años en la próxima temporada, se incrementa un 5%, hasta los 3,1 millones de euros en cada una de las temporadas firmadas. Se estima que el programa, en el que participan más de 300 establecimientos hoteleros (60 en la provincia de Alicante), generará una riqueza superior a los 331 millones de euros por temporada y 91.800 empleos, lo que supone 3.000 puestos de trabajo más, según el Gobierno.
La Costa Blanca tiene asignadas 110.000 plazas del cupo del turismo del Imserso, lo que le permite recibir a 250.000 jubilados todas las temporadas entre octubre y abril, la mitad de las solicitudes. En la Comunidad Valenciana se benefician del programa Benidorm, Guardamar, Finestrat, Altea, Xàbia, Santa Pola, Peñíscola y Gandía. Los hoteles ingresan del Gobierno unos 5 millones de euros, cantidad a la que hay que añadir otros ingresos derivados del gasto directo de los clientes. Los hoteleros apenas reciben unos 20 euros por persona y día de estancia -los grupos de jubilados pasan 12 días en el destino- cantidad con la que tienen que facilitar pensión completa y fiesta de bienvenida.
El turismo del Imserso fue en su día clave para la Costa Blanca y, en concreto, para muchos hoteles, gran parte de los cuales siguen abiertos en temporada baja gracias a los turistas jubilados a los que el Gobierno subvenciona los viajes. Algo que se mantiene pero cada vez más como un gesto de los empresarios hacia sus trabajadores y porque, en ocasiones, cerrar un hotel acarrea más gastos que mantenerlo abierto. Los empresarios consideran que el Ejecutivo debiera ser más generoso porque, además, por cada euro invertido en el programa el Estado recupera 1,5 euros a través de las prestaciones sociales que deja de pagar a los trabajadores en los hoteles abiertos, así como a través del IVA.
La patronal hotelera Hosbec, de la que forman parte el 90% de los hoteles que participan en el programa del Imserso, ya ha manifestado públicamente su preocupación por el retraso del programa. «Conocemos las circunstancias en las que se ha desarrollado la adjudicación del concurso y los posteriores recursos planteados por alguna de las empresas que no fueron seleccionadas, pero estas incidencias no deberían afectar al calendario previsto de acreditación, contratación y venta, ya que muchos puestos de trabajo dependen de este programa». Su presidente, Antonio Mayor, ha remitido un carta al director general del Imserso, César Antón, en la que le recuerda que en ocasiones anteriores ya se produjeron retrasos injustificados y tuvieron graves consecuencias en los hoteles participantes del programa, alguno de los cuales tuvo que presentar expedientes de regulación de empleo, por el retraso que se produjo de más de un mes en la entrada de los primeras turistas del programa.
En Benidorm hay más mercado pero en el resto de la provincia, Peñíscola y Gandía, la dependencia del programa de vacaciones sociales es total y «si no llegan los clientes, no pueden abrir sus instalaciones o se ven forzados a cerrar». Según Hosbec, el retraso y la falta de información ha generado, sin embargo, una incertidumbre y un estrés entre los usuarios del programa que no favorece en nada la venta del mismo, y advierte de que otros otros operadores se pueden estar beneficiando, ya que anuncian y ponen a la venta programas similares dirigidos al colectivo de mayores. Hasta este momento, todavía no se ha producido la contratación de los hoteles ni ningún otro de los componentes de los paquetes turísticos, pero tampoco se ha fijado la fecha de inicio de la venta ni se ha comunicado a los usuarios acreditados el procedimiento para la compra de los paquetes turísticos, denuncia Hosbec.
Tras la anulación del viernes, más incertidumbres.
