El caso bien podría servir en las aulas a los estudiantes de Políticas o de Periodismo como paradigma de bluf político. El nuevo conseller de Educación, Vicent Marzà, va a liquidar los préstamos matrícula lanzados a bombo y platillo por el expresidente de la Generalitat Alberto Fabra en la apertura del curso académico 2013-14, si bien no se pusieron en marcha hasta un año después, en septiembre de 2014.

Se trató de una iniciativa de la que los exresponsables del PP jamás rindieron cuentas. Y la explicación es demoledora: a fecha de hoy, el plan estrella de Fabra para contrarrestar los recortes en las becas de Mariano Rajoy se ha saldado con la concesión de únicamente siete créditos a sendos estudiantes, por un importe global de 13.000 euros.

Un fracaso político de dimensiones siderales, sobre todo teniendo en cuenta que, según el expediente administrativo a cuyo contenido ha accedido INFORMACIÓN, el programa tenía previsto inyectar hasta 30 millones de euros en préstamos conveniados con los bancos y avalados por el Instituto Valenciano de Finanzas para que los estudiantes que no reunían los requisitos para acceder a las becas del Ministerio de Educación o de la conselleria pudieran costear la tasa por primera matrícula en los créditos de Grado y Máster.

Finalmente, de los siete beneficiarios, cinco lo fueron para Máster y dos para Grado. Todo un contraste con los 100.000 beneficiarios potenciales de los que habló el Ejecutivo cuando en septiembre de 2014 arrancó el programa. El expediente planteaba cifras más modestas: 10.000 de Grado y 5.000 de Máster. El exdirector de Universidades, Miguel Saval, enfatizó que, en caso de aluvión de peticiones, habría margen para ampliar los fondos.

Bajo interés

Los créditos se presentaban como un chollo: inicialmente se habló del 3 por ciento de interés aunque después se situó en el 5 por ciento. En los cinco años de estudio y hasta el año siguiente solo se pagarían intereses, entre 60 y 240 euros anuales. Después se afrontaría el principal, según la simulación de un crédito para Enfermería difundido por el Ministerio de Educación.

El plan estrella lo lanzó Fabra el 12 de septiembre de 2013, en la apertura del curso académico en la Universitat de València. «Todo aquel joven que tenga capacidad no puede dejar de estudiar por falta de recursos», proclamó. El programa lo rentabilizó también días después en las Corts, en el debate de política general.

Pionero en el país

Sin embargo, la medida, que requería un acuerdo con los bancos, no se pudo poner en marcha ese año. No hay problema. En la inauguración del curso 2014-15, el 4 de septiembre del pasado año, Fabra volvió a anunciarlo, subrayando el carácter «pionero en España».

De nuevo, lo aireó en el debate sobre el estado de la Comunidad a finales de septiembre. Antes, el 10, tuvo lugar el acto de firma de los convenios con hasta seis bancos. Se constituyó incluso una entidad, la Fundación para el Fomento de los Estudios Superiores, que canalizaba los recursos. El arranque del programa (por el que el IVF cubría el 85 por ciento de los posibles impagos) fue apoteósico porque, a 31 de diciembre de 2014 solo se había formalizado un préstamo, a través de Cajamar, por 2.772 euros. A 31 de marzo de 2015 se amplió algo, con 11.515,80 euros que, a fecha hoy, suman 13.000 euros.