Desde un plato de comida a una habitación. Cerca de un millar de personas de la provincia ya se han ofrecido para ayudar a los refugiados sirios a través de Rafar, la Red Alicantina de Familias de Acogida de Refugiados. «La respuesta está siendo impresionante y ahora tenemos que trabajar para articular toda esta ayuda», explica Nuria Oliva, coordinadora de Rafar.
De este millar de personas, unas 150 están dispuestas a acoger en sus viviendas a algún refugiado. «También hay gente que nos ha ofrecido empleo y ya tenemos 15 ofertas laborales, además de toneladas de ayuda humanitaria para enviar al país». Miembros de la red se reunieron el jueves por la tarde para conocer la situación del país, de los refugiados y la ayuda que está prestando España en este drama, «la más baja de toda Europa», explica Oliva. Con esta ayuda que llega a la red, en breve comenzarán a funcionar cuatro grupos de trabajo: sanidad, trabajo social, traductores y juristas. «Nuestro objetivo también es informar a la sociedad sobre cómo está la situación de los refugiados y presionar al Gobierno para que se agilicen los trámites porque hablamos de que hay 500.000 personas deambulando por toda Europa sin saber a dónde ir».
Por otro lado, la portavoz del Gobierno valenciano, Mónica Oltra, afirmó ayer que espera que el ministerio traslade a las comunidades autónomas los criterios de distribución de refugiados que decida, para «por lo menos» poder organizarse.
Además, afirmó que «estaría bien» que la Delegación del Gobierno en la Comunidad Valenciana hiciera llegar al Consell los datos propios de albergue y acogida que puedan tener, para así completar el inventario de plazas que se está elaborando.
«Nosotros no tenemos tope» en el número de refugiados; «nunca lo hemos puesto y no lo vamos a hacer», señaló en la rueda de prensa posterior al pleno del Consell Oltra, quien pidió al Ministerio «concreción» en su plan de acogida. La vicepresidenta explicó que esta semana han mantenido una reunión en Madrid en la que se les dijeron «cosas obvias», como que hay que acogerlos como personas y atender todos sus derechos, y añadió: «Todo eso ya lo sabíamos, nos hemos leído la Declaración Universal de Derechos Humanos».
Según Oltra, el ministerio «no tenía más que eso sobre la mesa», y destacó que es «importante» contar con los criterios de distribución de los refugiados, «incluso poder opinar sobre eso», y saber los medios con los que van a contar.
Nueva plataforma ciudadana
Por último, el movimiento ciudadano «Continentes sin contenido» ha pedido la adecuación de diferentes inmuebles que actualmente permanecen cerrados y que podrían acoger a los refugiados. Entre ellos, el antiguo Hotel Sidi o el asilo de Benalúa. Estos inmuebles, señalan desde la asociación, «debido a su uso original, son capaces de albergar a un gran número de personas viviendo en comunidad, y al mismo tiempo, facilitan la intimidad y privacidad de las familias».
Además, consideran que el lugar habilitado para esta respuesta, «debe diferenciarse de la mera solución ante catástrofe o desastre natural -cines, pabellones, gimnasios, Etc-. Pensamos que la localización insertada en la ciudad, facilitará el proceso de integración social».
