Es la principal novedad del curso recién comenzado en los colegios, disponer del servicio de comedor desde el primer día, pero hasta un 10% de los centros de la provincia han renunciado por cuestiones de organización y lo retrasan a la semana que viene.
Las listas con los alumnos becados han llegado a tiempo, pero la coincidencia del inicio del curso con el comedor desconcertó ayer a numerosas familias, que no se habían enterado de la novedad hasta ese momento.
En previsión de que esto podía suceder, los directores de centro reunieron a su respectivo consejo escolar para acordar unos días de demora que permitieran redondear la organización del servicio y atender a la totalidad de las familias becadas.
Los datos recopilados ayer por la federación provincial de padres mayoritaria de los centros públicos, Gabriel Miró, revelan que hasta un 10% de los 380 colegios de la provincia posponen el comedor hasta el lunes que viene, día 14, e incluso una minoría no empezará hasta el día 21, otra semana después, por la celebración de las fiestas.
La dirección territorial de Educación desconocía ayer este extremo precisamente por la libertad de los centros a organizarse y pesar la decisión sobre los consejos escolares.
Colegios con la práctica totalidad de sus alumnos becados, ubicados en las áreas más deprimidas económicamente, también demoran el comedor hasta el martes que viene. «Las familias están asombradas y muy motivadas de que desde septiembre haya comedor, pero no se han informado hasta llegar al colegio y hay que organizarlo bien», puntualizó uno de los directores.
Los responsables del Consell, por su parte, decidieron compartir el comedor en uno de los colegios de Valencia que simboliza la tenacidad de las familias por mantener unidos a sus hijos en la escuela pese a las decisiones de la anterior administración. «Cuando tengamos una financiación adecuada, la educación, que siempre será nuestra prioridad, podrá tener todos los recursos humanos y físicos que merecen los niños valencianos». El president Puig lanzó esta declaración de intenciones con motivo de la inauguración del curso en el Ciutat de Cremona, que con el nuevo Consell ha recuperado las aulas suprimidas y la promesa del president de que antes de que acabe el año que viene empezarán las obras del nuevo centro para erradicar sus barracones.
El conseller Marzá, por su parte, subrayó «el cambio a un nuevo Gobierno que asume lo que hay delante y que es totalmente transparente con la comunidad educativa y llega a acuerdos con ella. En poco más de dos meses hemos cambiado el inicio del curso escolar»., puntualizó.
Al desconcierto de los nuevos horarios que implica el comedor para las familias durante este mes de septiembre, ya que en lugar de salir a las 13.00 horas, los que se quedan a comer lo harán a las 15.00 horas, se sumó ayer el de algunos becados con transporte escolar pero sin beca de comedor.
La federación provincial de padres Gabriel Miró trasladó ayer personalmente esta situación al director general de Centros, Ximo Carrión, con quien los representantes de los padres se reunieron durante dos horas el mismo día que arrancaba el curso. «Esto es muy reseñable y de agradecer», destacó el presidente Ramón López, recordando que el anterior director general «nunca nos recibió».
El responsable educativo admitió la incongruencia que provoca disponer de transporte pero no poder contar con el autobús si se quiere volver a casa sin quedarse a comer y se comprometió a revisar las directrices para el curso que viene, en las que también prevé ampliar el margen de las becas, como pidió la Fapa.
La falta de 8 autobuses en la Vega Baja la solucionó este mismo cargo educativo en 24 horas. A excepción de Los Desamparados, el resto de alumnado tendrá transporte hoy mismo, aseguró.
